EUGENIO LÓPEZ CANO
Desde hace diez años ininterrumpidamente viene celebrándose en el paseo Las Laderas, a mediados de julio, un festival indie con gran éxito a juzgar por la presencia de varios miles de jóvenes, en su mayoría forasteros, y sobre todo por el reconocimiento que le viene dado por los profesionales de este tipo de música en los medios de comunicación nacional. Tanto es así que en el año 2005 ha sido considerado por los lectores de una revista especializada como el primer festival pop independiente de España y el tercero después de los de Barcelona y Benicasim, éstos con presupuestos infinitamente superior. Prueba de ello es la acreditación en 2004 de 90 periodistas en esta localidad.
Al parecer la reputación ganada a pulso durante años le viene dada según opina nuestro corresponsal en el periódico HOY, Francisco José Negrete, por “su coherencia artística, el apoyo al pop español, cartel de artistas de gran calidad, el marco donde se celebra, producción técnica de gran nivel, festival no masificado y originalidad en sus planteamientos, como sus homenajes anuales a un artista desaparecido (…) Por otra parte el concurso de maquetas de grupos noveles convocado por Contempopranea para esta edición ha tenido una respuesta espectacular, de manera que ya han sido más de 200 las grabaciones llegadas a la organización.
La afluencia de jóvenes comienza llegar en la tarde del mismo día -se calcula entre 3.000 y 5.000 indies-, la mayoría en busca del sitio más idóneo en la zona de acampada que se realiza en La Dehesa, entre la Cruz de San Blas y las piscinas municipales, prácticamente abierta para ellos. También se ocupan hoteles y casas rurales de los pueblos de alrededores, así como bastantes casas particulares.
La zona de conciertos, que como hemos señalada en el paseo Las Laderas, se enriquece con la presencia de un mercadillo donde se exponen novedades y se venden complementos relacionados con el pop.
Cada año, organizado por Agustín Fuentes, alma mater del evento y locutor de Radio Comarca Los Baldíos, en Alburquerque, se intenta traer las bandas más importantes y genuinas. En este caso la Junta de Extremadura se vuelca económicamente, mucho mejor que en otros espectáculos que se realizan en esta localidad.
Las actuaciones que se desarrollan en la tarde-noche de los dos días se prolongan hasta altas horas de la madrugada. Cada año son más los medios de comunicación importantes que se acercan a Alburquerque para dar noticias en directo de dicho festival.
Si hay algo en el que todos coinciden, quizá porque tampoco se conoce ningún altercado originado por alguno de estos jóvenes, es en el trato recibido por los alburquerqueños -algunos lo catalogan de familiar- y los precios asequibles, en especial los de bocadillos y bebidas facilitados por la organización del recinto musical. En contra está la zona de acampada, lejana y poco acogedora.
En 2000 la Junta de Extremadura le otorgó el sello de calidad “Escena“, que la máxima autoridad de la Región concede para promocionar los principales festivales de la Región.
(Años después de la publicación de este artículo por parte de Eugenio López Cano, el festival dejó de celebrarse debido a que el ayuntamiento, presidido entonces por Ángel Vadillo, se quedaba con el dinero que la Junta de Extremadura mandaba en concepto de subvención para Contempopránea y no se lo entregaba a la organización, sino que lo gastaba aún no sabemos dónde).
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FOTO DE PORTADA: No es fácil crear de la nada un tipo de música como ésta, poco dada a las multitudes, y menos consolidarse en el panorama español entre las primeras de su género. Es, juntamente con la Fiesta Medieval, y quizá con el tiempo lo sea también la Pasión Viviente, uno de esos milagros que uno no alcanza a comprender cuando tantas tradiciones se pierden sin que se ponga remedio (Francisco José Negrete, 2003).
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