La Pasión Viviente solo recibía subvenciones de la Diputación, con una cantidad de alrededor de dos mil euros, mientras que el ayuntamiento ayudaba con personal y montando los escenarios. Así se hizo hasta el año pasado, cuando incluso hubo una pequeña aportación económica del consistorio.
Hace muchos años, cuando no lograban subvención, el ayuntamiento también daba una pequeña cantidad, pero siempre ha sido la Diputación la que ha sufragado los gastos importantes, además de que Apavial organizaba actos para sacar dinero.
Como ya decíamos ayer, existió una deuda de hace muchas ediciones, pero se saldó recientemente durante la presidencia de María José González.
Este año no se ha pedido la subvención ni ayuda al ayuntamiento, porque se ha decidido parar con el fin de intentar reflotar la Pasión Viviente en 2025.
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