Parece claro que un número más o menos relevante de alburquerqueños van a depositar el domingo en las urnas un voto en el que hayan escrito la palabra ORPO o el nombre de Ángel Vadillo, tal y como publicamos ayer que pidió la concejala Laura Santalla. Esos votos serán nulos, por supuesto, pero también serán una forma de ver el respaldo que sigue teniendo en Alburquerque el que fuera alcalde durante 24 años.
Después de haber contemplado atónitos los esperpentos protagonizados por Vadillo con la complicidad de la inmensa mayoría de vecinos de nuestro pueblo, estaría bueno que al abrir las urnas el domingo resultara que Ángel Vadillo obtuviera más votos que los otros tres candidatos y se proclamará ganador moral de las elecciones, después de “muerto”, como el Cid Campeador. Porque no mentimos si aseguramos que una buena parte de alburquerqueños decían hace solo un par de meses que Vadillo volvería a ganar si se presentara.
Será interesante ver cuántas personas eligen esa opción el domingo, porque esos serán quienes de verdad querían a Vadillo por su gestión y no por sus favores y sus promesas, porque ahora no van a obtener nada a cambio si escriben ORPO o Ángel Vadillo en una papeleta.
Cuando se produjo la moción de censura en la que Manuel Gutiérrez fue nombrado alcalde con los votos de IPAL y del PSOE de Prieto, la misma Santalla escribió que Vadillo había sido un alcalde elegido por el pueblo, al igual que Marisa Murillo, que ganó las últimas elecciones al frente del PSOE por mayoría absoluta, en concreto con 2.145 votos. ¿Cuántos de esos votos vadillistas permanecerán fieles al sumo líder y meterán en la urna un voto con su nombre?
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