Pulsa «Intro» para saltar al contenido

EL PATRIMONIO DE ALBURQUERQUE. Capítulo 2: El olvido de nuestra herencia cultural

EUGENIO LÓPEZ CANO

Material como el cancionero, el habla popular, las supersticiones, los juegos, la medicina popular, la toponimia, los cuentos, las leyendas…, han sido abandonados al olvido durante siglos, dejando empobrecida nuestra herencia cultural, en su mayoría centrada con suerte entre los siglos XIX y XX, si exceptuamos algunos documentos que esporádica y brevemente nos hablan de la vida cotidiana de Alburquerque. De ahí que no sepamos nada, o casi nada, o bien poco, de nuestras fiestas, gastronomía, vehículos…, y mucho menos de los trabajos de forja en rejas y balcones, chimeneas, veletas, aleros…, y menos aún de los conocimientos aprendidos por tradición como labores artesanas en general, trabajos agrícolas, técnicas de construcción…, profesiones como hojalateros, albarderos, silleros…, aperos de distintos oficios, utensilios caseros, mobiliario diverso… (Para comprender mejor cuanto decimos -claro que sólo en parte- aconsejaríamos visitar el Museo Etnográfico de Olivenza, o también el de nuestro amigo y paisano Juan Castaño, en la Villa Adentro) En fin, una riqueza cultural que, de no ponerle remedio, en dos o tres generaciones desaparecerá de la faz de la tierra.

  En el aspecto documental, más de lo mismo. Prueba de ello es el desapego que siempre se tuvo por los “papeles” antiguos -que de tal guisa los llaman-, muchos de los cuales fueron expoliados y otros convertidos en despojo para el carro de la basura. Tanto es así que, a tenor del trabajo de inventariado y catalogación de los archivos municipales que hace unos años llevó a cabo la Junta de Extremadura a lo largo y ancho de la Región, Alburquerque ocupa, por “méritos propios”, los últimos lugares de los pueblos que menos fondos documentales posee. Hecho que, de atenernos a nuestra riqueza histórica, podríamos catalogarlo cuando menos de inaudito.

  El Ayuntamiento de Badajoz, por señalar un espejo donde mirarnos, conserva, por ejemplo, entre otros documentos importantes, bajo la custodia de una archivera, las actas municipales desde 1595. Las nuestras, en cambio, datan a duras penas del siglo pasado, rescatadas gracias a Alejandro Rubio, funcionario que fue de este Ayuntamiento, quien, a espaldas prácticamente del bárbaro de turno, iba ordenando y guardando con sigilo cada acta que encontraba extraviada.

El resto de los documentos antiguos fueron desalojados, legislatura tras legislatura, para ganar espacio, cuando lo más lógico hubiera sido derivarlos al Archivo Histórico Provincial, lugar donde precisamente se encuentran los expedientes de protocolo notarial que se hallaban en el piso superior de la Casa Consistorial, salvados en última instancia gracias a la gestión del notario que fue de esta Villa José Manuel García Collantes, miembro de la Asociación Cultural “Aurelio Cabrera”, después de verse obligado a sellar la habitación para evitar el desalojo que de inmediato se pretendía.

  Una pregunta, varias veces planteada, formulamos ante el desinterés endémico de los gobiernos municipales. ¿Tanto cuesta invertir en ello, rescatando de otros lugares -incluidos los archivos particulares, algunos a la vuelta de la esquina- copias de aquellos documentos que forman parte de nuestra historia? (¡Qué menos que conservar nuestras Ordenanzas Municipales, reguladoras de nuestra vida cotidiana durante siglos!) Y si el coste es irrisorio, la voluntad para crear un auténtico Archivo Histórico Municipal es todavía más pobre. Recopilemos, pues, cataloguemos, conservemos y divulguemos nuestra cultura, o lo que es lo mismo, nuestras propias raíces.

_______________________________________

Foto de portada e imagen 1: Juegos infantiles de antaño.

Foto 2: “Culebro” en la cara de una persona, cuya curación forma parte de las supersticiones que recogió Eugenio López Cano en su investigación sobre el patrimonio y las costumbres de Alburquerque.

Impactos: 42

Sé el primero en comentar

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *