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MURILLO SALE ESCALDADA DE DOS PLENOS EN UN SOLO DÍA Y ES VAPULEADA EN LA DIPUTACIÓN Y EN EL AYUNTAMIENTO

Murillo tuvo ayer un mal día en el que salió vapuleada de dos plenos, el de la Diputación Provincial por la mañana y el de nuestro ayuntamiento por la tarde. Al primero acudió con el propósito de cobrar los 400 euros y de paso arremeter contra ese organismo del que sigue siendo diputada, pero sin grupo, al haber sido expulsada por Miguel Ángel Gallardo, el político más coherente que tiene el PSOE en la región.

   A lo largo del día de hoy hablaremos de eso, porque ahora vamos a centrarnos en el pleno de aquí, al que acudió con el propósito de poner zancadillas a la gestión del nuevo gobierno, hacer populismo barato y, sobre todo, entrar en cuestiones personales del alcalde al que lleva años persiguiendo, en concreto desde que creó Ipal, junto con quien la maneja como una marioneta.

  Nada más empezar la sesión dijo que el alcalde es “ilegitimo”, cuando incluso la justicia ya ha quedado clara que la moción de censura era justa y necesaria. Gutiérrez habló de la “situación crítica” y no anduvo con mentiras ni rodeos, sino que mostró la cruda realidad: “no sabemos si en algún momento tendremos dinero para afrontar los pagos”, “no ha entrado dinero alguno del exterior, sino que todos los pagos los estamos haciendo con fondos propios de impuestos de los alburquerqueños”, “hemos tenido que pagar 250.000 euros de las cuotas por las deudas con los bancos, que ascienden a 8 millones de euros” (el gobierno anterior no pagó ni una sola cuota), “hemos tenido que pedir un anticipo a cuenta  a la Diputación”…

  En ese momento, Murillo se estaba riendo y Gutiérrez le preguntó “de qué se ríe”, y ella contesto que “usted no sabe por qué me río”…

  El caso es que, por primera vez en muchos años, el ayuntamiento está pagando la Seguridad Social y por eso están empezando a entrar subvenciones, aunque, como es el caso de la de la guardería, está embargada, igual que la del programa Cohexiona, embargada por la Mancomunidad a la que el gobierno anterior llevaba años sin pagar.

  “Todos los días entran sentencias por impagos, sobre todo a trabajadores, pero también a empresas”, señaló el alcalde, quien añadió que además de pagar los salarios, hay que abonar las costas, los intereses y las indemnizaciones. “Se podría haber evitado todo esto con un simple reconocimiento de la deudas con los empleados, con los que ni siquiera se molestó en reunirse”, señaló Gutiérrez, mientras Murillo miraba al “tendido”… “Esto se está pagando con dinero de todos los alburquerqueños por culpa de ustedes”, señaló, y varias veces le dijo que “debería ser usted quien pagara de su bolsillo”.

   La cosa es tan grave y tal desvergüenza que el gobierno anterior cobró por anticipado la renta de tres años de la pizarrera y ahora no entrar esos fondos, y también cobraron parte de la licencia de obras del castillo de Azagala, y no se sabe dónde han echado tanto dinero.

  Gutiérrez habló de las “calamidades” que se encuentran cada día en todo, en los servicios, en las maquinarias (algunas prestadas), en las piscinas, en las residencias… Y explicó que para mantener algunos de los servicios no queda más remedio que subir tasas o cobrar otras que eran gratis total por obra y gracia del vadillismo, para luego presumir de tener más votos que nadie. Por ejemplo, la guardería subirá de 18 euros a 70, a lo que Murillo dijo que ellos querían que todos los niños, tanto de familias sin recursos como de familias adineradas, tuvieran acceso a la guardería. Gutiérrez respondió que a costa de no pagar los sueldos y perder la subvención de la misma. Además, estuvo cerrada porque el gobierno anterior no podría abrirla por falta de fondos y hubo manifestaciones de los familiares de los niños.

  La guardería cuesta 100.000 euros anuales al consistorio y solo ingresa entre diez y doce mil; por ello, le preguntó varias veces a Murillo que le dijera cómo podían hacer ahora para mantenerla. Ella no quiso contestar y se limitó a decir que “la educación tiene que ser gratis”.

  No fue la única vez en la que el alcalde le preguntó cómo hacer para mantener los servicios, como es el caso de la residencia, cuando la más grande, la alquilada, solo genera 22.000 euros al mes de las cuotas de los residentes, y eso es lo que se paga por el alquiler. Los demás gastos: sueldos, comida, electricidad, etc., los tiene que abonar el ayuntamiento de fondos propios. Manuel Gutiérrez le preguntó cómo hará ella para mantenerlas, y Murillo se limitó a decir que “hay fórmulas”, y cuando el alcalde le insistió en “qué fórmulas”, ella dijo que no se lo iba a decir. ¡Vergonzante! Y se quedó tan pancha, riéndose al igual que Santalla.

  En otro punto del orden del día, se aprobaron como festivos los días 19 de mayo y 11 de septiembre de 2023 y una cuota para el servicio de desinfección de vehículos, que era gratis con el anterior gobierno, pero no disponía del material necesario y la máquina era prestada.

 Murillo habló de los ingresos de los Baldíos y Prieto le recordó que están embargados y que ahora van a renovar los contratos caducados desde 2018 y a arreglar caminos que tenían abandonados.

  Se leyó una moción presentada por Luis Paniagua, próximo candidato popular a la alcaldía, para poner una calle a Miguel Ángel Blanco, y el grupo de gobierno estuvo de acuerdo, incluso Prieto invitó a Paniagua a leerla en el pleno. Se aprobó y se hizo extensiva a otras personas que también merecen un reconocimiento y se creará una comisión al respecto. Murillo dijo que votaría solo si se incluían a alguna persona cuyo nombre no quiso desvelar, pero todos los presentes tuvieron claro que se refería a una calle para ¡¡¡Ángel Vadillo!!!

  Al final, Murillo fue directo a una cuestión personal de Gutiérrez para sacarlo de sus casillas, una vez que este es demasiado generoso y la deja intervenir e interrumpirlo cada vez que quiere, y lo hace continuamente. Le preguntó por qué no estaba en su puesto de trabajo y sí en el ayuntamiento, y el alcalde le contestó que compagina ambas cosas y que ni él ni ningún concejal cobra nada del ayuntamiento, a diferencia de los gobiernos de Vadillo y Murillo que costaban a las arcas municipales 130.000 euros anuales.

(FOTOS: Portada, vista parcial del pleno. Foto 2: concejales de la oposición. Foto 3, alcalde y secretaria. Foto 4, concejales del gobierno. Foto 5, manifestación de los familiares de los niños de la guardería que el ayuntamiento no abría por falta de fondos).

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