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EL AYUNTAMIENTO TIENE QUE DEVOLVER 300.000 EUROS DE FONDOS DEL PER QUE LLEGARON PARA DOS OBRAS Y NO SE HIZO NADA

Redacción: Francis Negrete

Maquetación y edición: J. M. Leal

El pleno ordinario celebrado anoche volvió a demostrar que el anterior gobierno no quiere dar la cara ni afrontar las verdades que avergonzarían a cualquiera con un mínimo de decencia. Murillo y demás ediles vadillistas no asistieron a la sesión, en la que el alcalde, un contundente Manuel Gutiérrez, desgranó algunas de las miserias que han dejado en herencia los irresponsables y descarados que han regido los destinos de un ayuntamiento que han liquidado para varias generaciones.

  Gutiérrez no renunció a contar las cosas que pueden dañar al nuevo gobierno: subida de impuestos y nuevas tasas, el problema del agua potable e incluso las calles que siguen sin estar como a todos nos gustaría. Pero dejó muy claro lo que cualquiera con un mínimo de entendederas comprende: no se puede hacer más con una estrepitosa deuda y un pueblo que se ha quedado muy atrás si lo comparamos con cualquier otro de Extremadura.

  Al menos ofreció la buena nueva de que el ayuntamiento recupera los fondos del Aepsa (antiguo PER), que perdieron hace años los anteriores gobernantes por no pagar la seguridad social de los trabajadores. Antes de fin de año habrá dos planes, lo que, aseguró Gutiérrez, será beneficioso para lograr peonadas.

  Desveló que el dinero de los dos últimos Aepsas se ingresó en las arcas municipales, pero no se sabe dónde fueron a parar los fondos, porque no se hizo ninguna de las obras: acerado de muchas calles y construcción de pisos tutelados. Ahora, el nuevo gobierno tiene que devolver los 300.000 euros de las subvenciones que llegaron y no se justificaron. Además, también hay que devolver los fondos que recibieron en el año 2020 del Plan Suma, que tenía que haberse invertido en el albergue juvenil y la cubierta de la piscina climatizada. Asimismo, se han perdido 150.000 euros de la Asociación Sierra de San Pedro-Los Baldíos, a la que pertenece Alburquerque, porque el ayuntamiento no pagaba las cuotas desde el 2017. Se deben 47.000 euros por este concepto.

  El alcalde informó que han terminado las obras de bacheado de calles, pero reconoció que “se ha acometido lo más gordo y queda mucho por hacer, ya que muchas calles necesitan un asfaltado completo”. Añadió que los operarios municipales siguen corrigiendo los baches en calles de cemento.

  Respecto al agua turbia que sale por los grifos desde hace semanas, señaló que los técnicos aseguran que se debe en parte a que el nivel del pantano está muy bajo y es del fondo, donde hay mucho manganeso, de donde las bombas extraen el agua. A ello se le une el estado de la red de distribución, que está, aseguró, “completamente obsoleta”. Tiene unos 50 años y no se ha renovado nada, a diferencia del resto de pueblos, y citó los cercanos, donde se han ido cambiando las tuberías con fondos de la Diputación y la Junta. Gutiérrez incidió en que las “tuberías y las acometidas tienen mucho sedimento, y ese material aflora en los grifos”, para finalmente reconocer que “no tenemos capacidad para resolver ahora este problema, pero en próximos años debe hacerse una renovación completa de la red como en todos sitios”.

  Gutiérrez advirtió de la posibilidad de que se marchen los dos agentes de policía que tienen plaza en Alburquerque y que volvieron voluntariamente. “Han solicitado unas reivindicaciones históricas en salarios, que nosotros compartimos, aunque el ayuntamiento no puede acometer mejoras económicas”, dijo, y añadió que “la plantilla es muy grande y necesitan todos una actualización de sueldos, pero no podemos aprobar los de unos y no los de otros”.

  El alcalde aclaró que, respecto a este asunto, “el PP dijo cosas que no son ciertas, como que no se había negociado el calendario de trabajo con la policía, cuando les concedimos un horario a la carta”.

  Desveló que los dos agentes han vuelto a pedir una comisión de servicios para marcharse a otros destinos y explicó que eso tienen que decidirlo en breve, porque “tenemos que darles permiso para que se vayan, y eso es un problema porque nos quedamos sin policías, pero tampoco podemos retenerlos por la fuerza”.

  Respecto a los impuestos, señaló que la estrategia del vadillismo es criticar que se aprueben subidas y nuevas tasas “cuando nos han dejado una herencia supermillonaria y no tenemos más remedio que afrontarla entre todos”. “Tendrían que pagarlo de sus bolsillos, pero como la ley no lo contempla, hemos de pagar todos, mientras ellos se sientan tan tranquilos como si no hubiera pasado nada”. “Dijeron que barra libre para todos, pero no pagaron la cuenta y nos toca hacerlo ahora entre todos”, insistió.

  Sacó una carta que recibieron los vecinos hace años y que es, aseguró, exactamente igual a la que manda ahora el OAR para el pago de la basura, porque “ellos aprobaron esa nueva tasa”. Mostró unos documentos relativos a un plan de ajuste que firmaron para acceder a uno de sus préstamos millonarios. Leyó que firmaron para 2018 la subida del IBI rústico y urbano, así como el impuesto de circulación y de cotos de caza, entre otros. También leyó el documento en el que se comprometían a que “los servicios no sean deficitarios”, y establecían una nueva ordenanza para el pago de tasa de basuras y de depuración de aguas residuales.

  Mostró también un anunció en el boletín firmado por Murillo el 9 de septiembre de 2020 con la “actualización de ordenanzas fiscales para garantizar una mayor recaudación”.

  Finalmente, Gutiérrez desveló que en lo que va de año el ayuntamiento ha pagado 331.000 euros a Iberdrola y señaló que hay 57 contadores a nombre del consistorio y algunos ni siquiera están a su servicio”.

  De este tema habló el teniente de alcalde Juan Carlos Prieto, quien aseguró que “antes hablaban mucho de renovables, pero no realizaron nada”, y explicó una iniciativa para un sistema de autoconsumo compartida con la Junta e Iberdrola. Prieto señaló que el consistorio se acogerá a subvenciones del Objetivo de Desarrollo Sostenible, de manera que se garantizará el autoconsumo en los edificios municipales, además de instalar en un futuro cercano luces LED. En general se busca una mayor eficiencia energética, “sobre todo en las residencias”, dijo, donde hay un mayor consumo, aclaró.

  Terminó asegurando que “hablamos con total transparencia para que la gente sepa lo que estamos haciendo, sin necesidad de estar todo el día en los medios de comunicación”.

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