Autor: Antonio Maqueda Flores
Seguimos con la exposición virtual de la edición digital de la revista, animamos a nuestros lectores y seguidores a participar.
1-Es una exposición, no un concurso, se podrán enviar fotografías de cualquier temática, preferentemente relacionadas con Alburquerque y su entorno, pero no hay restricciones, se pueden mezclar los temas, es una exposición de autor.
2-Se tienen que enviar un mínimo de 7 y un máximo de 15 imágenes, estarán expuestas durante una semana dentro de la sección ‘EXPOSICION FOTOGRAFICA’ en un apartado que haremos para cada autor, pasada esa semana, se expondrán las del siguiente autor, siguiendo el orden de recepción en nuestro correo.
3-Todas las fotos quedaran archivadas con el nombre de su autor, para poder verlas de nuevo siempre que se quiera.
4-Las fotos se tienen que enviar al siguiente correo: azagala@revistaazagala.org
indicando el nombre del autor.
5-Las fotografías son revisadas por el consejo de redacción de la revista antes de su publicación.
6-Los derechos de las imágenes son propiedad de su autor y no podrán ser publicadas en ningún medio público o privado sin su consentimiento.
AUTOR: Antonio Maqueda Flores
Antonio Maqueda, ha sido un soplo de aire fresco para la revista Azagala y para el grupo COMBATIENTES. Ya ha publicado en la revista y ahora nos regala sus fotografías, que son una crónica cronológica en imágenes y en textos de la gran jornada que vivimos el pasado día 14 de junio, con motivo de la conferencia de Moisés Cayetano en Alburquerque.
Nos acompaña sus imágenes con este texto:
<“Jornada del 14 de junio de 2024”
Tal como se acercaba el verano, me acerqué yo al calorcito de esta buena tierra alburquerqueña, con la curiosidad del principiante que no conociera ni caminos, ni el Sol, ni las glorias que le esperaban en “la Villa”.
La jornada del 14 de junio dio para mucho, porque mucho tiene que ofrecer Alburquerque y tanto o más toda la buena gente del Colectivo Cultural Tres Castillos.->

Foto 1. 7:38. Una pequeña parada en el camino hacia Alburquerque. Un presagio de luz acechaba tras las encinas mientras, desde este lado, la higuera ofrecía una buena sombra al viajero.

Foto 2. 8:07. Tras las indicaciones de un lugareño, el viajero -ya a pie- alcanza esta pintoresca Plazuela de Santa María del Mercado, desde donde divisa la Iglesia que le da nombre y el frontal abaluartado del Castillo.

Foto 3. 8:01. El viajero recordó en ese momento que cuando subía por la Calle Cadenas contempló curioso la bicicleta que en tiempos alguien usaría -o no- para ¿subir aquellas cuestas? Bajarlas a lomos del artefacto tampoco parecía buena idea. Lo único seguro es que estaba atada con cadenas.

Foto 4. 8:12. Asombrado por la belleza de las vistas, y aún pensando en alturas, el viajero imaginó cuántas batallas hubieron de avistarse desde este punto, un paisaje en el que peñas, lomas y sierras luchan por igualar la altura del Castillo, omnipresente desde cualquier punto cardinal.

Foto 5. 8:19. Pensó que en toda batalla, sin duda, acabaría habiendo vencedores, pero el viajero concluyó, ante esta imagen, que allí el único vencedor era el Sol, que hacía equilibrios sobre este extraño Arco del Triunfo metálico-pétreo.

Foto 6. 8:27. Con una sombra por testigo, el viajero sintió un extraño escalofrío al averiguar en su dispositivo móvil que la calle desde la que casi hacía la foto era la Calle Cárcel. Prefirió entonces pensar en la libertad que le esperaba en la Villa Abajo, que a sus espaldas le contemplaba serena.

Foto 7. 8:35. El fruto de esta higuera hizo al viajero reflexionar sobre cuánto tiempo se necesita para que el fruto esté listo. Recordó entonces que no son frutas, sino flores, los frutos de las higueras. Esas soleadas promesas de flor que a mucho no tardar alguien saborearía desde aquellas alturas.

Foto 8. 9.22. Tras una serena bajada desde las alturas del Castillo, el viajero pudo contemplar y disfrutar de esta bella estampa desde la Plaza de España, donde se funden historia y actualidad, con el Monumento Homenaje al caballero medieval, una estatua ecuestre símbolo de fuerza y arrojo.

Foto 9. 10:49. Tras un desayuno reconstituyente, el viajero, ya acompañado por un excelente Cicerone, pudo comprobar que, en efecto, la fuerza preside no pocos rincones de la Noble Villa, como la piedra del Berrocal, que con gran parte de su base sujeta al suelo pareciera querer echar a volar.

Foto 10. 7:57. Hablando de volar, recordó entonces el agradecido viajero que, a su llegada a las estribaciones del pueblo, Alburquerque le ofreció esta imagen poderosa, un adelanto de tantos bellos lugares que sin duda intentaría plasmar. No podía por menos ante tan generoso ofrecimiento.
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