EUGENIO LÓPEZ CANO
Es una de las fiestas más reciente, y, juntamente con la Fiesta y Medieval y Contemporánea, que ya no se celebra en Alburquerque, la que más hondo ha calado entre los vecinos del pueblo. El año pasado de 2023 se celebró la edición número 23.
En la escenificación se representa la pasión y muerte de Jesucristo a lo largo de la ladera norte del castillo, repartiendo este escenario natural entre la Torre de Bacas, en la puerta principal de la iglesia de Santa María del Mercado, junto a la poterna del Recinto de los Portugueses y al final de la calle Callejón del Soldado, en el lugar conocido por La Brecha, entre otros, puesto que en otras ocasiones en los primeros años también se han utilizado la Puerta de Valencia y las Escaleras del Patíbulo, hasta un total de nueve escenarios distintos en una misma jornada.
En 2008, a consecuencia del comienzo de las obras de la hospedería en el castillo, el escenario de la Pasión Viviente, en su novena edición, se ubicó en las inmediaciones de la Torre de Bacas.
Las representaciones corren a cargo de los vecinos de esta localidad en un número aproximado de 200 personas, dirigidos a lo largo del tiempo por distintas personas, siendo la actual Manolo Martín Palacios
Su éxito radica en tres motivos principales: el buen acceso de carreteras que posee, el marco elegido y la fama que le precede del Festival Medieval.
Comienza la Pasión Viviente con la entrada de Jesucristo en Jerusalén, la oración en el huerto, su prendimiento, el juicio ante el Sanedrín, la Santa Cena, el juicio de Pilatos, el Vía Crucis y la crucifixión y muerte.
Todos los actos están representados con gran realismo, hasta el punto de que se tuvo que acortar el camino al Calvario por el gran sufrimiento que suponía para el actor recorrer más de trescientos metros con una cruz de cuarenta kilos a cuestas.
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