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EL PATRIMONIO DE ALBURQUERQUE (XII). Inscripciones lapidarias en las puertas de la villa

EUGENIO LÓPEZ CANO

José Ramón Mélida describe en su Catálogo Monumental de España. Provincia de Badajoz “dos inscripciones lapidarias, actualmente en el Museo Arqueológico de la capital extremeña, provenientes del viejo castillo de Alburquerque, en donde estuvieron, antiguamente, sobre las puertas de la muralla llamadas de Alcántara (debe referirse a la de Valencia; la de Alcántara existe todavía en parte) y de San Mateo (de la Villa o Belén)”.

  Sobre la interpretación de las fechas de las distintas inscripciones de las puertas del caserío medieval se barajan diversas hipótesis: unos como Lino Duarte Insúa (Hª de Alburquerque. Badajoz, 1929) y José Ramón Mélida que aseguran que la era sería la de 1314, correspondiente a 1276, y otros, como los Sres Cordeiro de Sousa y “demás diplomáticos portugueses”, que sostienen que su lectura correcta sería la de 1344, referida a 1306 (Rev. Estudios Extremeños, tomo LII. Badajoz, 1948) -opinión respaldada recientemente, entre otros, por Guillermo S. Kurtz Schaefer y Coronada Domínguez de la Concha, fecha que, por otro lado, rectificaría más tarde el Sr. Cordeiro de Sousa al razonar que si hasta 1308 Alonso Sánchez no fue dueño absoluto de todo el Señorío, por tenerlo compartido hasta entonces con el Infante don Alonso, hijo del Infante Alfonso de Molina, no parece lógico que antes de esa fecha se dispusiera a realizar unas obras de tal envergadura, a no ser que se hubiera limitado tan sólo a revigorizar las murallas y a construir las puertas.

  Sin embargo todos los autores están de acuerdo en afirmar que dichas fechas no señalan ni mucho menos el comienzo de la edificación del castillo y sí, por el contrario, la reconstrucción de la fortaleza y su cinturón amurallado, e incluso la edificación de éste último, o al menos la de algunas de sus grandes obras de defensa, o quizá sólo se esté refiriendo a la puerta misma, ya que, como pone manifiesto de nuevo el Sr. Cordeiro de Sousa, el “poblado no estaría indefenso desde el año 1200, en que el viejo Alfonso Telles lo pobrou”.

PUERTA DE VALENCIA

Proyectada hacia los caminos de Valencia de Alcántara y los castillos de La Codosera y Piedrabuena, está flanqueada por dos torres cilíndricas alargadas hacia el campo, de 13 metros de altura -típicas de la arquitectura cristiana- y comunica la Villa Adentro con el camino viejo de Valencia de Alcántara.

  Delante de ella, reforzando la entrada, existía un baluarte del tipo Vauban, construido posiblemente a mediados del siglo XVII, coincidiendo con los de Badajoz.

  Consta de tres puertas, unidas a través de un corredor de tránsito: la del exterior, con arco de medio punto, huecos para los quicios, tranca y rastrillo; la del centro, ojival, con quicios y tranca igualmente, y la del interior de la Plaza, de medio punto rebajado.

  En la portada existe una lápida conmemorativa, de alabastro, en la que se ven esculpidos los blasones de don Alfonso Sánchez y las quinas de Portugal, con la siguiente inscripción, correspondiente a 1306: “CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA. ERA DE 1344

  La Puerta de Valencia se hallaba unida a la de Alcántara por medio de una cortina almenada y con adarve, jalonada por tres torres, desaparecidas o absorbidas en parte por las casas que están adosadas a lo largo de uno y otro lado de la cerca, cimentadas en algunos trechos sobre el mismo foso que la protegía.

Restos de la fuera la desaparecida Puerta de Alcántara, junto al pozo del mismo nombre./ JOSÉ ANTONIO HINCHADO ALBA

PUERTA DE ALCÁNTARA 

Estaba encarada hacia el antiguo camino que se dirigía a las villas de Alcántara y Valencia de Alcántara. Su puerta interior estaba situada frente a la Plaza de Armas de la Parada, junto al Pozo de Alcántara, el Cuerpo de Guardia y el Cuartel de Infantería.

  Constaba de dos bastiones, de grandes proporciones. Sobre la puerta principal, situada en recodo o camino quebrado, con puente levadizo, existía una lápida de alabastro -hoy, instalada sobre la puerta de la taberna del castillo-, con las armas de don Alfonso Sánchez, que contiene la siguiente inscripción: “EN 1314 AÑOS, EN EL SEPTIMO DIA DE AGOSTO, FUE COMENZADO ESTE CASTILLO DE ALBURQUERQUE, DE DON ALFONSO SANCHEZ, SEÑOR DE ESTA VILLA”

  Las tres últimas palabras están grabadas en los tres primeros castillos del escudo de armas.

PUERTA DE LA VILLA

A la Puerta de la Villa se la conoce igualmente por los nombres de Puerta o Postigo de San Mateo, Puerta de Belén, Puerta de Badajoz y Puerta del Sol (por estar mirando a Saliente).

  La Puerta de la Villa, que se halla situada frente al iglesia de San Mateo, estaba considerada como la principal, no sólo por estar encarada a los caminos reales de Castilla y de Badajoz, sino también por ser la única de acceso directo al castillo, por la calle Callejón del Soldado, antes de anularse éste y construirse en 1947 la actual subida por la Puerta de Valencia.

  Constaba de dos torreones salientes, de planta cuadrada y de mayores proporciones que los de la Puerta de Valencia, con foso y Cuerpo de Guardia, conocido como Casa del Gobernador (vivienda nº 2). Más tarde sería reforzada con un bastión del tipo Vauban, similar al de la Puerta de Valencia, además de un recinto llamado Reducto de San Mateo -más conocido por El Reducto y también Plaza del Reducto– con puerta de acceso al Mediodía, construido en el primer tercio del siglo XVIII, y desembarazado en la segunda mitad de la misma centuria.

  Posee en su exterior un arco de medio punto y huecos para los quicios y tranca. En el paramento interior se observa una capilla abierta, sin culto -de propiedad particular, a modo de terraza, con balaustrada y altar, rematada en su conjunto por un campanil, de construcción mucho más tardía, excepto la hornacina que debe existir desde tiempo mucho más antiguo.

  Sobre la puerta exterior existía un tablero rectangular de alabastro, con el escudo de don Alonso Sánchez y la inscripción siguiente: “EN NOMBRE DE DIOS, AMEN. YO, ALONSO SANCHES, SEÑOR DE ALBURQUERQUE, MANDE COMENZAR ESTA OBRA EN FERIA CUARTA (miércoles) A LOS CUATRO DIAS DEL MES DE AGOSTO EN LA ERA DE 1314. LA CUAL OBRA PLAZCA A DIOS QUE SEA SIEMPRE A SU SERVICIO Y AL HONOR DE DIOS Y DE SANTA MARIA, SU MADRE, Y EN HONOR DE MI CUERPO Y ENSANCHAMIENTO DE MI PROPIEDAD. QUE TODAS LAS COSAS QUE CON DIOS SON HECHAS, TODAS ADELANTE VAN Y TODAS EN EL SON TODAS Y HAN DE PROSPERAR. Y POR ELLO QUE PLAZCA A EL QUE VAYA BUEN TERMINO”.

  En la curvatura inferior del escudo existe otra leyenda, ésta con la firma del arquitecto, que reza: “YO, PEDRO VICENTE, MAESTRO DE ESTE CASTILLO

A propósito del marco vacío de la Puerta de la Villa. dos propuestas para ocuparlo 

Ha sido un gran acierto, por lo que hay felicitar a la Corporación municipal, la iniciativa de colocar en el hueco original de la Puerta de la Villa, una copia de la lápida conmemorativa que se halla expuesta en el Museo Arqueológico de Badajoz. De igual forma se podría hacer, con un costo ridículo, con los innumerables documentos relacionados con Alburquerque que se hayan repartidos por instituciones nacionales y extranjeras, iniciándose de esta manera el tan ansiado archivo histórico municipal.

  Siguiendo con nuestra temática, todavía queda, como puede observarse, un hueco en la parte superior de la misma. Ignoro lo que se tiene pensado al respecto, pero no es la primera vez que oigo decir que se pretende colocar en dicho hueco el escudo de la Villa, lo que, de ser cierto, sería un error imperdonable. De todos modos, sea verdad o no, convendría plantearnos el modo de rellenarlo, sin incurrir en ninguna barbaridad histórica, a fin de darle un contenido a dicho espacio, reportándole a la Puerta de la Villa un mayor sentido y esplendor.

  ¿Qué blasón se colocaría de haber existido? Nos inclinamos más que por cualquier otro, el de Alonso Sanches, hijo ilegítimo de Dinis, rey de Portugal, cuyas armas aparecen en la lápida conmemorativa que existe debajo del mismo, y que en buena lógica ordenaría esculpir en la misma puerta principal, en señal de posesión.

  Las armas de Alonso Sanches se hayan esculpidas en la lápida que estuvo expuesta en la Puerta de Alcántara, hoy colocada en la fachada de la cantina del castillo -antiguas cuadras del cuartel de caballería-, así como en los tableros de las puertas de la Villa y de Valencia. Respecto de la primera, quizá el blasón mejor conservado, o al menos en el que mejor se aprecian sus detalles, Pedro Cordero Alvarado, en su libro Alburquerque en sus escudos y monumentos, pág.65, detalla sus armas de la siguiente forma: “Luce un campo de plata, cuartelado por una cruz de gules cargada con nueve castillos de oro, aclarados de azur (de Castilla), acompañada en cada hueco por cinco escusones de azur, puestos en cruz, cargados cada uno con nueve bezantes de plata puestos de tres en tres (armas de Portugal antiguas)“.

  Otro escudo más, en este caso el último del que tengamos referencia que estuvo en ese lugar, nos lo revela Francisco Sánchez Santiago, Alcalde Mayor de esta Villa en 1793, a propósito de un “ynterrogatorio que me ha sido dirigido por la Secretaría del Estado” para confeccionar la “historia y mapa de este obispado“, en el que nos cuenta que los “Excelentísimos Señores Duques de esta Villa han usado del escudo de armas propio de su casa, que es un sierpe por vajo de él como que sale de una cueba, y unas barras por cima, como lo demuestran los que se hallan fixados encima de la puerta principal de las murallas, por onde se entra a la villa adentro, en los arcos de la entradas anteriores y principal del castillo y en su yglesia y otros parajes de las murallas y demás públicos“.

 En este caso, el Sr. Cordero Alvarado describe las armas de los de la Cueva, como sigue: en el blasón que se halla a la entrada del castillo (pág.64), “…de plata, un dragón de sinople saliendo de una cueva de sable; mantelado 1º, y 2º, de oro, un palo de gules; bordura de gules, cargada con aspas de oro” (ver fotografía nº 6, pág.48), y en el lado del Evangelio de la iglesia de Santa María del Mercado (págs.79-80), “…traen: de plata, un dragón de sinople, mantelado de oro, con un palo de gules en cada manteladura; bordura de gules, cargada con ocho aspas de oro-, el escudo es de granito, de jefe y barba apuntados, se timbra con una corona volada, se orla con el collar de la orden del Toisón de Oro; está retallado.

  Esas serían las dos propuestas que expondríamos, inclinándonos por las armas de Alonso Sánchez, Señor que fue de esta Villa, y a quien quizá debamos la ampliación de la cerca amurallada, según consta en la lápida conmemorativa de la Puerta de la Villa.

PORTADA: Foto Archivo AZAGALA

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