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La combatividad de Paniagua, la moderación de Gutiérrez y la necesaria pero arriesgada estrategia de Prieto

CONSEJO EJECUTIVO DE AZAGALA

Lo más destacado de esta semana política fue el debate que organizó AZAGALA con todos los medios de comunicación y que dio que hablar: en general la gente opina que fue aburrido en la primera parte en la que no hubo confrontación y solo cuando se habló de lo más importante, el tema de la deuda municipal, subió el tono y hubo intercambios de reproches.

El más combativo fue Luis Paniagua, asesorado por Víctor Píriz, que asistió al debate. Fue especialmente duro cuando dijo: “el PSOE ha sido una ruina para este pueblo; todo lo que ha pasado lleva su sello; la ingente deuda y el impago a los trabajadores se hizo con la gestión del partido socialista”. Y añadió: “podemos esconderlo ahora bajo un grupo de gente diferente, pero cuando viene aquí algún cargo del partido vemos su verdadera cara y volvemos a escuchar las mismas amenazas de siempre”, en referencia al portavoz del PSOE en la Asamblea de Extremadura, cuando dijo que solo votando a este partido Alburquerque tendrá futuro. “No sabemos si el nuevo PSOE es un ORPO de garrafón, o es sencillamente una versión descafeinada”, añadió Paniagua, quien resumió la gestión del PSOE en Alburquerque en tres palabras: deuda, pobreza y abandono. Pidió además la intervención del Tribunal de Cuentas para que se investigue toda la gestión de estos años y se deriven responsabilidades judiciales, culpando al PSOE y a IPAL de no haber hecho caso a su partido cuando ha exigido esta intervención.

  Pese a las duras críticas a su partido, Prieto fue listo y no quiso entrar a responderle, no en vano en un par de ocasiones dejó claro que “no voy a repetir los errores de otros”, en referencia a Vadillo y Murillo.

  Gutiérrez estuvo en su línea, moderado, tal vez en demasía, de hecho no pronunció ni una sola vez la palabra PSOE para criticar a Prieto, y tuvo en el apartado de la deuda municipal su mejor intervención, en la que mostró seguridad y tener las cosas claras: el logro de un plan financiero para alargar al menos 50 años la devolución de los 11 millones de euros a los bancos, algo a lo que se tendrá que llegar si hay voluntad política por quien gobierne en España, dado que esa sería una concesión del Ministerio de Hacienda.

  Pero, tal vez lo que más dio que hablar del debate fue la tajante afirmación de Prieto de no reanudar el pacto de gobierno, así, señaló con rotundidad que “aspiramos a gobernar con mayoría con el gran equipo que tenemos y, si no contamos con el respaldo mayoritario del pueblo, pasaremos a la oposición, abiertos al diálogo y a la negociación de forma constructiva”.

  Hay quienes han criticado esta postura, pero a nosotros nos parece una decisión política arriesgada pero necesaria para el PSOE, y seguro que Prieto ha estado asesorado por su partido para lanzar ese órdago al votante alburquerqueño. Es más, su llamada al voto para gobernar en solitario y no volver a entrar en un gobierno con IPAL es su forma de movilizar al electorado, porque no olvidemos que Prieto solo podrá ser alcalde si saca mayoría absoluta o al menos si saca más concejales que el resto y gobierna en minoría o logra el apoyo de los independientes. El PSOE necesita la mayor parte de esos 2.145 votos que fueron al vadillismo hace 4 años, y Prieto se los está trabajando. Es su obligación si quiere ser alcalde. Por tanto, nada que objetar a su estrategia política. Si le da resultado o no, se verá el próximo domingo.

  Paniagua abogó por “un pacto con los alburquerqueños”. “Sabéis que soy honrado y trabajador y que no os voy a engañar nunca”, dijo. “Prestarme vuestros votos. Nada voy a sacar para mí ni para los míos”, remató.

 El candidato popular recordó los años de lucha de su partido, a través de Víctor Piriz fundamentalmente, y distinguió entre “los que queremos que los culpables paguen por lo que pasó en este pueblo estos años y los que no quieren”. “No sé si alguien querrá pactar con quien quiere que se aclare la historia reciente de este pueblo para no estar condenados a repetirla”, añadió, y terminó diciendo: “Mi ideología no es el PP, es Alburquerque”.

  Finalmente, Gutiérrez insistió en el lema de la campaña de IPAL: “La fuerza de la unión”, y dijo que “tenemos que ir todos unidos, porque el problema es demasiado grave para ir por separado”, abogando “por dar un ejemplo de que el pueblo también se tiene que unir”. Así, en la única vez que fue crítico con sus dos adversarios, dijo tener claro “que uno y otro obedecen a sus partidos, tienen consignas y no se pueden centrar solo en las políticas en Alburquerque”. “Nosotros no pensamos en las siguientes elecciones”- continuó- y terminó incidiendo en que “el candidato del PSOE dice que, si no gana, se retira a sus cuarteles y se prepara para las siguientes elecciones”. “Nosotros nos tendremos que esforzar por unir a los alburquerqueños y a las fuerzas locales”, sentenció.

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