CONSEJO EJECUTIVO DE AZAGALA
Esta semana política ha estado marcada por tres cosas relevantes: el comienzo de la campaña electoral, la publicación de una encuesta seria y relevante y el desmarque de Prieto de su compañero de gobierno Manolo Gutiérrez y de IPAL en general.
En lo que respecta a la pegada de carteles, solo cabe reseñar que la armonía entre las tres agrupaciones políticas en liza ha sido la nota dominante y no ha existido polémica de ninguna clase, algo que ocurría por sistema durante el régimen anterior.
En cuanto a la encuesta, ya está dando mucho que hablar. Evidentemente refleja el parecer de una mayoría de la población de Alburquerque antes de la campaña electoral, y decimos mayoría porque, como señalamos ayer, el segmento de edad que corresponde a los mayores de 65 años está infrarrepresentado, en cuanto ha participado poca gente de esas edades, lo que puede perjudicar al PSOE, dado que hasta ahora la mayor parte de los mayores, y nos referimos a los de 70 años en adelante, eran fieles de las papeletas del “puño y la rosa”.
Sin embargo, hay factores que pueden explicar los resultados de manera lógica: la mayoría de la gente de la calle, excluyendo a los candidatos de las tres formaciones, creen que IPAL será la lista más votada, y eso lo refleja la encuesta; en segundo lugar, el PP va a subir considerablemente porque ya no existe el miedo al vadillismo que servía para que los contrarios al régimen concentrarán el voto útil en la citada lista independiente, con el fin de tratar de vencer al todopoderoso Vadillo, y eso perjudicaba claramente a los populares. Además, el tirón de Víctor Píriz se va a apreciar sin duda, y en tercer lugar se nota la tendencia en toda Extremadura a una clara subida del PP de María Guardiola, tanto que a medida que pasan los días, las encuestas apuntan a un cambio de ciclo, con un gobierno popular en la Asamblea de Extremadura. Eso podemos rematarlo con el hecho de que Sánchez es ahora mismo un lastre para el PSOE y hay alcaldes y presidentes de este partido que no lo quieren en sus mítines por temor a verse perjudicados.
Finalmente, el castigo al partido socialista en Alburquerque será a nuestro juicio más o menos claro, depende del antiguo voto al vadillismo que sea capaz de retener Prieto. Pero creemos que, además de que muchos de los votantes del PSOE de Vadillo se abstendrán o votarán en blanco, otros rechazan a este partido por haber amparado durante tantos años a quien ha llevado a la ruina absoluta al pueblo, y eso lo están ahora viendo quienes no querían verlo o sencillamente se creían a Vadillo y Murillo cuando les decían que todo era “un invento de AZAGALA y de Negrete”.
Finalmente está el hecho político más relevante de esta semana y que puede ser una señal de por dónde va a ir Prieto en la campaña electoral. El candidato socialista se desmarcó claramente de Gutiérrez y del mensaje de IPAL en una entrevista en la RCA. Así, mientras el candidato independiente hablaba de un gobierno unido entre las tres fuerzas –IPAL-PSOE-PP- como necesario, incluso es su lema de campaña: “La fuerza de la unión”; Prieto señaló que “nosotros hemos formado un equipo muy potente para ganar y gestionar nosotros, y si no necesitamos a otros, mejor”. Además, mientras Gutiérrez se mostró preocupado por la situación financiera del ayuntamiento y los pagos que va a tener que hacer en los próximos años –en 2026 hay que hacer de golpe un pago de más de un millón de euros-, Prieto le contestó a Agustín Fuentes que “lo más complicado ya está hecho” y que “no va a ser difícil pagar el dinero a los bancos”. Añadió que “la política está en la gestión con las administraciones, porque se puede negociar una reagrupación de los créditos para que la cuota a pagar sea más pequeña”.
Finalmente, en cuanto a que Gutiérrez dimitió como alcalde por la multa coercitiva de mil euros cada 20 días, Prieto vino a decir implícitamente en la entrevista en la RCA que su antecesor no había gestionado bien el asunto: “yo sé lo que he hecho yo, y no lo que hicieron otros, para que no me llegara la multa coercitiva”, aseguró el candidato socialista, para añadir: “he cumplido todos los requerimientos para que el juzgado no me imponga a mí esa multa y cada semana voy a la Diputación para ver cómo está la ejecución de esa obra”.
Está claro que, tal y como escribimos la semana pasada en esta misma sección, Gutiérrez es más un tecnócrata y Prieto un político. Y no hay nada que objetar ni que criticar al candidato del PSOE, porque la política consiste en eso: él asegura que no va a necesitar a IPAL para gobernar y no le preocupan los pagos para saldar los 11 millones de euros que se deben a los bancos.
Solo hay que escuchar lo que dijo Manolo Gutiérrez en la entrevista con Agustín Fuentes: “yo cuento la verdad siempre, aunque me perjudique, y me preocupa más lo que va a pasar después que la campaña electoral”. Esto no lo diría un político, y menos a 15 días de las elecciones. Es más, el candidato de IPAL insiste con estas palabras: “los votos me importan un pito; no me gusta vender humo, y siempre contaré la verdad al pueblo”.
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