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La Diputación edita “Las pertinaces dehesas”, última obra de Elías Cortés

La Diputación de Badajoz ha editado la última obra de nuestro colaborador Elías Cortés, “Las pertinaces dehesas”, un poemario dedicado a aquellas dehesas alburquerqueñas y extremeñas “que acogieron un tiempo prodigioso”, como escribe el prologuista, el catalán Javier Puig, escritor, crítico literario y cinematográfico en Mundiario. Sus versos “ansían la honda recuperación de un paisaje rebosante de existencia”, incide, y realmente Elías habla de los lagartos, las águilas, cigüeñas, jabalíes… El poema llamado “Un desánimo de mastines” es “especialmente melancólico, un lamento por un mundo perdido… inexistente para las nuevas generaciones que ya no lo encuentran o simplemente no lo buscan, o lo ignoran; un mundo hermoso, muy puro, que desaparecerá”, escribe Puig.

Elías, con sus nietas, actualmente médicas tras unos expedientes académicos impresionantes

  Y si el prólogo lo pone un catalán, el epílogo lo firma un extremeño, un alburquerqueño que, como Elías, ama esta tierra, Aureliano Sáinz, igualmente colaborador de AZAGALA, escritor y miembro del consejo de redacción de Andalucía Digital. Éste argumenta cuál es el propósito del autor de “Las pertinaces dehesas”: “Elías Cortés no quiere que sus sueños, sus recuerdos, las intensas vivencias que marcaron su niñez y juventud queden borradas como si hubieran sido una quimera que, en la cumbre de su vida, ya cargado de añoranzas, se diluyera con el paso del tiempo”.

Sentado junto al Gévora, en Carrión, donde se bañaba con su pandilla en los veranos de su infancia

  Elías Cortés, un escritor con diversos premios, con el aval de haber formado parte de la mítica revista de humor “La Codorniz”, en la que escribió más de mil artículos entre 1965 y 1978, guionista de humor, dramáticos y de adaptaciones de novelas en radio y Televisión Española, nos trae ahora un extraordinario poemario que dedica “a todos los que en los años 60 del siglo XX salieron de Extremadura con equipajes de angustia y esperanza, aferrados a sus maletas de cartón o de madera, con una insoportable pena negra en el alma”.

Uno de los poemas, en el que habla de los vencejos de la plaza

  La edición de “Las pertinaces dehesas” ha sido posible en gran parte por el empeño del alcalde Juan Carlos Prieto, quien gestionó rápidamente con la Diputación la publicación de esta obra en tiempo record: el escritor puso en manos de AZAGALA la obra en pdf el pasado mes de enero, y nosotros la remitimos a Prieto, quien no ha podido ser más diligente, dado que, en apenas 4 meses, el poemario ha salido a la luz.

  Elías Cortés vendrá el próximo mes de agosto a la presentación de su obra en Alburquerque y aprovechará para estar presente en el Encuentro de AZAGALA.

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One Comment

  1. Oportuna y generosa poesía que inmortaliza paisajes naturales y ambientales rurales y humanos vivos ya siempre en el recuerdo poético, vivos en la piel y en el alma, al igual que mis alegrías en el pueblecito que me acunó y nutrió de vivencias en la alicantina Vega Baja del río Segura -también como ahí en Alburquerque un castillo latiendo poderoso, el mío es el de Cox, en lontananza imán sobre mis ojos de niño aventurero y atrevido. Infancia y juventud a quienes debo versos, sentimientos y alegrías que a borbotones brotan en este instante gracias al ejemplo de Elías y las dehesas latiendo en sus pupilas y su alma…
    Gracias, Don Elías, por tu inspiradora poesía… pedro G. Taylor
    Vale (cervantino)

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