VÍCTOR PÍRIZ (Diputado del PP en el Congreso)
El pasado Jueves el PSOE vino al pueblo a hablar de Padecimiento: ¿Quién nos trajo ese padecimiento? ¿Quién puso a Ángel Vadillo en las listas? ¿Quién puso a Marisa Murillo en las listas? ¿El espíritu Santo?
Es lamentable el ejercicio del portavoz socialista en Extremadura de hacer creer a la ciudadanía que todo lo que pasó en Alburquerque es ajeno al Partido Socialista, cuando se han negado por activa y por pasiva a buscar responsables de todo lo ocurrido en los años anteriores, a exigir responsabilidades políticas y judiciales, y tratan de silenciar todo lo ocurrido durante el Vadillismo intentando dar la impresión de que nunca nada ha pasado, “¿O es que nos vamos a tirar tiros en el pie?” Como dijo en la puerta del Ayuntamiento un conocido político socialista.

¿El Partido Socialista se ha quitado un lastre en Alburquerque? Alguien debería explicarle que el lastre se lo quitó al pueblo el Partido Popular apelando a la Junta Electoral la candidatura del PSOE que encabezaba Ángel Vadillo. Alguien debería explicarle que el PSOE apeló aquella decisión de la Junta Electoral por no estar de acuerdo. Alguien debería explicarle que, para llegar a aquella candidatura, antes Sánchez y Vara tuvieron que indultar a Ángel Vadillo. El lastre del que habla ahora el PSOE fue durante muchos años su principal activo y vivían felices con sus miles de votos aunque todos viéramos y algunos denunciáramos la deriva que aquello llevaba, mientras ellos hicieron todo lo que tuvieran que hacer para que fuera su candidato.
Decía el Portavoz que en los últimos meses no se conoce Alburquerque por sus polémicas, obviando que ha tenido que dimitir el anterior alcalde de IPAL por una jugada lamentable del PSOE, dejándolo caer cuando vinieron los problemas y acercando las soluciones al pueblo y el dinero necesario cuando dimitió el alcalde y el PSOE volvía a dirigir el Ayuntamiento. ¿Eso no es una polémica para ellos? ¿Que tenga que dimitir un alcalde decente porque no hay solución y al día siguiente la haya no es polémica para este portavoz?

Pero de todo, lo peor fue la llamada a su “sensatez” y la “estabilidad” que, según él, pasa por no tener delante alcaldes “enemigos”, habló de que la postura “inteligente” pasa por una colaboración entre todas las administraciones, y se dio por ganador en la Junta y explicó que necesitan “un interlocutor que no les ponga piedras en el camino”.
¿EL PSOE de siempre? No, peor. Peor, porque desliza algo vergonzante y es que un futuro gobierno del Partido Popular no sería igualmente tratado por un gobierno regional del Partido Socialista. ¿Piensa el PSOE tratar como rehenes a los Alburquerqueños? ¿Ese es el juego ahora? De todas formas, algo imposible, porque la Junta de Extremadura merece y alcanzará un cambio histórico y con el Partido Popular en el Gobierno esto acabará. Nosotros decimos que hay que votar cuando llegue el momento en Alburquerque al PP, porque nuestro proyecto es el mejor, y cuando María Guardiola sea presidenta, una de sus prioridades será Alburquerque, lo gobierne quien lo gobierne. Basta de listas de buenos y malos. Basta de rojos y azules. Basta de listas de tuyos y míos. Basta de chantajes.

Han sido muchos años de chantajes al pueblo, muchos años de secuestrar la política municipal para regresar ahora al pueblo envueltos en un manto de buenismo y decirles a los ciudadanos que solo votando a unas siglas como las que ganen en la Diputación y en la Junta le irá bien a Alburquerque. ¿Es por eso que los 40.000 euros de la Diputación para solucionar la demolición de la casa solo aparecieron cuando dimitió Manuel Gutiérrez?
La política es mucho más que eso. La política va de presentar proyectos que ilusionen y motiven al pueblo, va de ganarte la confianza de la gente con tu actitud y con tus ganas, va de ser honrado y honesto. Si llevamos de nuevo la política en el pueblo al miedo nos estaremos equivocando. Han sido muchos años de miedo, muchos años de decirte en voz baja que te iban a votar, muchos años de esconderse y no ir a los mítines para que no te vieran allí. El miedo ya no funciona. Nuestros paisanos votarán lo que quieran votar sin miedo, y eso le pido. Sin miedo y sin síndrome de Estocolmo. Porque aquí lo que ha pasado solo tiene un culpable, y aunque ahora lo llamen lastre, los que callaban mientras me insultaba a mí y a mi familia, el lastre arruinó el pueblo en nombre de unas siglas, las del PSOE.
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