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CARTAS EMPONZOÑADAS (XIV)

ANTONIO L. RUBIO BERNAL

 

Puerto de Albahacar, finiquitando la primavera 2021

Hola, Rosita. ¡Cómo pasa el tiempo! Pareciese que fue ayer cuando esta casa se llenase de lágrimas y suspiros porque el “pibe” había “quedao preñá” a una muchacha, a la postre amiga tuya, por uso, digamos, “alocado” del “chirimbolo”. Ya ves tú, como si el asunto no fuese de dos, a dos no competiese y ambos no fuesen responsables. El caso es que falta mes y medio para el alumbramiento y las cosas están como están, la negativa de él a casarse (¡Qué contarte que no sepas tú!), y la cerrazón de su familia a no querer saber nada de nosotros porque, según oídas, todo ha sido un desprecio por parte de mi hijo y de mi nuera (¡a mí que me registren!); así que la cosa se ha “enturbiao”, y mucho me temo que veremos al niño (sí, porque es “macho”, como yo) por las redes sociales, “La Proterva” o  la TDA.  ¡Qué razón tuvo quien dijo que “la maternidad era mucho más fácil cuando todavía no se tenía hijos”!

El otro día dejé mis cartas a Mari, la vecina a la que llamamos “Chica de Oro” (te la presenté en Navidad, ¿recuerdas?), que a veces me echa una mano donde yo no llego, y me dijo que se podían leer torpemente, que debes perdonar mi letra deformada. Sólo escribo para ti, no como tú que con esa grafía arabesca serás el encanto de todo aquel que las lea; pero tú me entiendes, ¿verdad?; conoces mis sentimientos y bien sabes que lo hago sin buscar ganancia ni postín, y en absoluto por arrogancia. Imagino que lo habrás leído tú también, los hay que alegan que mimbres hay con nuestras cartas como para una novela y que cuántos libros sobre Puerto serían menester para que esto tomase otro rumbo. Desde mi impotencia como humano siempre alego lo mismo: esto no es un “Día del Bollo” en el que, al menos yo, iba con lo puesto a “La Cruz de San Blas” y, entre cuatro gracias, un chiste “verde” y la cara que le echaba, comía de la caridad; pues como dijese Delibes, “cuando a la gente les faltan músculos en los brazos, les sobran en la lengua”. De “moo” que ahí tienes.

Sin saber cómo, yo que tanto anduve, he desarrollado un afán sedentario  impropio en mí, tal que salvo ir a la finca no me hables de otro sitio, ni siquiera a La Plaza, y mira que empieza a animarse los sábados a las 12, ahora más que antes, pues, según oídas, de entre ellos ha surgido un “redentor” que coge el micro y anuncia la “bonanova”. A ver si fuese posible y me acerco, aunque sólo sea por olismear. Y ha pasado el invierno y yo sin darme un “jartón” como es “debío” de escarolas, con lo que me gustan, cargaditas de vinagre “macho” y su ñora bien “machá” en el mortero con ajo y sal. De joven las comía de la huerta de “La Fría”.

Sabrás que Puerto está como está, hechito polvo; que San Vicente nos está dando “papas con honda”; que en el balcón del Consistorio ondean trapos harapientos que en su día fueron banderas; que incluso en sus filas no encuentran sustitutos para aquellos concejales que “se han dao el piro”; que la guardería no abre “ni a las de tres” (una mentira más en su extensa colección; bueno, ahora vuelven a escucharse campanas); que aquí no cobra religiosamente “ni dios”, salvo…, porque dinero para pagar no queda; que los mandamases siguen mostrándose por encima de los derechos de los gobernados; que amenazamos ruina pero que no acaba de caer, cual “breva tardona”; que al parecer los sufrientes no conocemos los mecanismos para quitarnos de encima tanta barrabasada como aquí se vive y nos espera, pues tendrán la desfachatez de subirnos los impuestos para gloria de sus bolsillos a final de mes; y que, como consuelo, nos quedan las creaciones “en corto” de Resmella y emprendedores como Rasero, dispuestos a tirar del carro. Al menos, en esta época del año, tenemos los buches, la performance embuchada. Hace “ná” le dimos “pal ’pelo” a uno que estaba “como a nadie le importa”. Así de fácil, “comer o no comer, he ahí la cuestión”.

A propósito, te dejo; ha llegado tu “ex”, con más hambre “que mayito” y sobran todas las demás razones para sentarnos a la mesa. ¿Contigo también comía tanto? Rosita, bien sabes que cuando llegue tu carta danzaré de júbilo en el zaguán cual niño chico. Un “muaka”, de Ramiro.

Monsaraz, terminando la primavera de 2021

¡Qué alegría, Sr. Ramiro; qué bien recibir noticias suyas y sentarme a contestarle, frente a esta pequeña ventana, con tanto encanto, desde la que miro la muralla de la fortaleza! É a única coisa que consegue tirar todo o grupo empresarial da minha mente; isso e os estudos. ¡Qué decir!, no me falta ni la bica ni mi licor Beirão, así que al tajo.

Muito bom en ficar à margen do que aconteceu entre as famílias. Las dos son muy buenas, pero estas cosas es lo que tienen; el hecho de haber decidido él no casarse ha sacado las cosas de quicio, porque Mabel estaba dispuesta, me consta. Y respecto a su nuera, al menos para mí, no es mala persona, sólo que demasiado “madrera”. Y su marido, un encanto; como usted. Del nieto, me abstengo emitir juicios. A propósito, un nuevo término, ¿no? El otro día ”mérula” para el órgano femenino y hoy “chirimbolo”, “uso alocado del…”, para el masculino. Por favor, cuide su terminología, van a dejar de leerle por obsceno; no sea que la novela que escriba sólo la lean los viejos verdes. Jjjjj.

Al fin un día agotamos la noche, primera vez desde que comenzó la pandemia que Filipa y yo llegamos a casa con la hora del toque de queda pegada al culo. Por supuesto, íbamos emperifolladas de lo lindo, sin olvidar ningún arrequives de esos que tanto nos gustan a las mujeres, e, claro, com nossas máscaras. Nos sentíamos extrañas caminando por Rua de São João Deus a aquellas horas que no eran sino las once menos diez de una cálida noche estrellada de luna llena –esas noches únicas de Monsaraz que deben formar parte de lo que debe ser el cielo en su interior-, en la que las casas encaladas se veían aún más resplandecientes, tras haber ingerido una botella de Sovibor Borba 2018, blanco de agradables aromas, tomado muy frío y maridado con un bacalao da Casa Tial. Lo olvidaba, hubo también un par de cervezas Super Bock previamente, com azeitonas pretas e queijo curado. Mi prima tomó de postre un doce de serradura; yo no, me conformé con mi café, mi licor y mi cigarrillo liado de mi adorado Pueblo. Y usted, muévase, de nada vale el sedentarismo, máxime hartándose de buche. Vaya por el verde: lechugas, brócolis, coles, lombardas, romanescu o lo que sea, pero muévase, por favor.

Volviendo a la situación familiar, yo, conociendo a los dos, intuía que ni él ni ella estaban hechos el uno para el otro, y menos que Mabel pudiese hacer un mundo del dinero, la colocación o incluso del “chirimbolo” de su nieto. Ella, al igual que yo, en su pareja demanda equidad y entrega y al día de hoy eso resulta imposible; su nieto se ha mostrado fuerte porque no está enamorado, quedando patente sólo la trascendencia que pudiese tener echar un polvo en un momento dado o por circunstancias equis. A mí me quedó claro: “una cuida la viña, otra se la vendimia”. Me llegaron a los oídos que ella misma había confesado que se sintió atraída por el desenfado de su nieto, su simpatía, sus dotes para convencer gesticulando sus manos con arte y, por supuesto, su palique. La entiendo, si yo le dijera, sin faltar al decoro, que si algo recuerdo con cariño eran sus besos de refilón, tan breves y sabrosos, antes de estrecharme dulcemente entre sus brazos y poseerme, mientras nuestras bocas permanecían pegadas y nuestros cuerpos se rozaban, para cantarme después aquella nana que tanto me gustaba y tan feliz me hacía: “arrorró, mi niña; arrorró, mi sol; duerme Rosita, pedazo de amor”, portanto, é no meio da noite quando o sentimento de solidão me invade mais. Desde que recibí su carta no hago otra cosa que debatir en mi interior y me siento obligada a ser sincera con mi corazón, preguntarme a mí misma. Y decidir conforme a su respuesta. No puedo engañarme más, pues el daño a una misma es de los peores que podamos recibir y tengo edad para decidir con todas las consecuencias, sinto-me como o protagonista das minhas decisoes e libre para tomá-las. Ansío ser yo misma para lo bueno y para lo malo; a ver si sólo voy a valer para tomar medidas empresariales asumiendo riesgos y abrigando esperanzas. Mucho me reprimí cuando con ingenuidad él me rozaba, mientras me decía al oído: “Rosita, no hay felicidad en este mundo que no nos corresponda”, y yo sonreía cual gatita, segura de mis sentimientos y anestesiada con su penetrante olor que no era otro que el de Abercrombie and Fitch, que gustosamente yo le regalaba. Esa singularidad que le atribuía, me ponía loca por lo que le identifica, con su mezcla de candidez y arrogancia. Ahora todo ello forma parte de la lucha contra el imposible olvido que mantengo conmigo misma. Y dice usted, ¡menuda devanadera tengo por cabeza!

No sé, le encuentro así de aquella manera hablando de Puerto. Sinceramente, servidora, sentir lástima, y menos pena, por un pueblo que libremente se deja engañar por quien sin ser nadie, como usted me recuerda, manda y manipula, pues como que no. Lo de las banderas en la puerta es de juzgado de guardia, é como trombetear aos quatro ventos: “ni un chavo; para el derribo” ¡Qué pena, en la prensa nacional sólo por penurias y desgracias! ¿Estará ciega esta Villa? , eu tenho pensado sobre isso. Y los hay de los suyos que hasta sacan a relucir su mala educación haciendo uso de la saliva en versión galipo contra el “vástago castrista”. Cada día está más justificado el movimiento Resistencia, la pena es la falta de conciencia crítica en la Villa y que no se esté encauzando quizá debidamente. Nos falta un guía que marque pautas a ritmo acompasado, pero para nada de acuerdo estoy que sea, precisamente ahora, el Sr. Prieto quien se erija en símbolo de “rebeldía” contra el régimen vadillista, tras años votando a favor del mismo y sin haber dicho ni “mu” cuando nuestra loable y digna oposición ha sido vilipendiada. Le explico: resulta que un representante más de unas siglas conocedora y consentidora de esta caída “libre”, con desgracias por doquier, se desmarca ahora de los suyos y por tal gesto quedan redimidas de toda culpa. Y, ¿cómo se asume la responsabilidad política?; ¡mire usted que la jugada me huele a chamusquina! En este mundo que nos ha tocado vivir lo normal se hace raro y lo paradójico normal.  Sin él, aparte de no dar que pensar, los logros serían mayores, el discurso único, más adeptos y los gerifaltes se sentirían más intimidados. Meu ponto de vista é tão respeitável quanto qualquer outro.

Para nada excederme. Adiós con pena; le envío un muak de esos que a usted le llenan de satisfacción, le abren un mundo de felicidad y le ayudan a recordarme. Na minha memoria e no meu coração sempre. Muak, Muak, de su Rosita, la Portuguesa.

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