Después de tres días de huelga de hambre y con un frío que cala los huesos, el mejor detalle que ha recibido Juan Pedro Pulido le ha llegado de un niño, Jesús Martín. El pequeño vio a Juan Pedro en la puerta del ayuntamiento, arropado con una manta y protegido con un gorro, como si fuera un mendigo cuando lo que está pidiendo es solo el salario por su trabajo.
Jesús, un niño muy sensible y educado en los valores de la solidaridad y la justicia social, se sintió mal al no comprender cómo aquel hombre estaba allí, en un día de Reyes, casi aterido de frío, y no se encontraba en casa, con su familia.
Jesús y su pareja, Irene Vivas, le explicaron la situación por la que está atravesando Juan Pedro y sus compañeros, algunos de los cuales ni siquiera han podido conseguir que los Reyes Magos pudieran dejar regalos a sus hijos.
Impresionado por la circunstancia, a Jesús se le ocurrió hacer un regalo de Reyes a Juan Pedro y pensó que podría ser un libro. Le consiguieron “Ojos de perro azul”, de Gabriel García Márquez, y el propio niño quiso entregárselo en mano al joven policía que está sacrificando su salud por una causa digna y noble. Así, en presencia de la esposa y de la madre de Juan Pedro, ambas emocionadas, Jesús se acercó y con toda la ilusión del mundo, más incluso que si fuera el pequeño quien estuviera recibiendo su regalo de Reyes, entregó en mano el libro a Juan Pedro, quien lo recibió con mucha emoción.
Ojalá los héroes de los niños de hoy fueran personas de carne y hueso como Juan Pedro Pulido Morgado, un hombre sencillo y humilde, apasionado del campo, que lo está dando todo porque él y sus compañeros reciban lo que es suyo, para que nadie les quite el pan de sus familias. Es evidente que este policía es ya un héroe para Jesús y eso será importante en su formación humana, y tal vez tanto el pequeño como Juan Pedro recuerden este día de Reyes toda sus vidas.
Sin duda, la historia verdadera más bonita de esta cruda Navidad.
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