El papel lo aguanta todo, la realidad es otra cosa. Si no fuera así nos podríamos entender que la Ley de Educación de Extremadura recoja en su artículo 102 que la formación profesional tiene como finalidad preparar al alumnado para la actividad en un campo profesional y facilitar su adaptación a las modificaciones laborales, así como contribuir a su desarrollo personal y al ejercicio de una ciudadanía democrática y favorecer la formación a lo largo de la vida y, sin embargo, por otro lado comience la guadaña de recortes a hacer estragos en los ciclos formativos de grado medio y grado superior si un año no se ha conseguido tener un mínimo de alumnado adecuado para su sostenibilidad.
La demanda de ciclos formativos suele ser coyuntural, es decir, que un año puede haber mucha demanda y al año siguiente disminuir considerablemente. Dicha sostenibilidad suele obedecer a criterios económicos relacionados con la paupérrima situación en la que se suelen encontrar las arcas de la Comunidad Autónoma Extremeña cuando de inversión en educación se trata. Además, esos recortes suelen focalizarse en el ámbito rural y entonces la problemática es mucho mayor, ya que entran en conflicto la igualdad de derechos con la igualdad de oportunidades.
La baja demanda de matrículas en estudios de formación profesional suele ser una constante en los ámbitos rurales, y no porque no haya interés por parte de los usuarios, sino porque está directamente relacionada con la despoblación del medio rural. Si no hay chicos y chicas en los pueblos difícilmente puede haber alumnos y alumnas que se matriculen, ahora bien ¿esto justifica que los habitantes de entornos rurales tengan que ver mermadas las posibilidades de realizar estudios de formación profesional porque, coyunturalmente, un año haya solo cuatro o cinco matrículas?, ¿no hay otras formas de racionalizar el gasto en educación en Extremadura?, ¿tiene que ser eliminando ciclos formativos?, ¿tiene que ser mermando la igualdad de oportunidades de los habitantes de los entornos rurales?.
Desde la Asociación de Profesores de Administración de Empresas de Extremadura queremos manifestar nuestro más enérgico rechazo a la desaparición de ciclos formativos en nuestra Comunidad Autónoma basado en argumentos económicos. La formación profesional tiene que ser una prioridad para las autoridades educativas y no solamente en el papel, sino en la realidad. Los titulados en formación profesional forman la base del tejido económico e industrial del país y este argumento debería ser suficiente para mantener la permanencia de los ciclos formativos donde están.
Cáceres-Badajoz
13 de diciembre de 2020
ASOCIACIÓN DE PROFESORES DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS.
N.º registro 6067 de la sección 1ª
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