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REFLEXIÓN DOMINICAL: Contra la arrogancia, la altanería y el menosprecio en los plenos de Alburquerque

(A Aureliano Sainz, en gratitud por las enseñanzas, distracciones y buen humor de sus artículos. Siempre obligado a reconocer tu valentía, profesor)

ANTONIO L. RUBIO BERNAL

Domingo, 4 de octubre, la Iglesia Católica celebra la festividad de San Francisco de Asís, amante de los animales, quien se caracterizase por la austeridad en su vida; no como los políticos actuales, que mucho empeño en controlar todo lo nuestro, y para nada los porcentajes al alza aplicados a sus sueldos. Ya mismo, “es momento de apretarse el cinturón”, e impuestos que te van. ¿Por dónde hay que empujar a este país para llevarlo adelante?, que dijese Mafalda (D.E.P., Quino)

Y por fin me llegó el turno, tanto a él –Ramiro-, como a ella –Rosita-, les encanta estar en vuestra compañía, pero hoy me he plantado y he dicho: ¡Aquí no escribe ni Dios! Él ya intentó ser el artífice de la carta que más adelante leerán. ¡Pero dónde vamos a llegar!

Por más que algún autor piense que “la vida de los hombres públicos se ve sometida a ciertas servidumbres”, a juzgar por la actitud de nuestra alcaldesa en el último pleno, o se encuentra libre de toda atadura o el imperio de la ley no va con ella. Razón concedo a Tolstoi, en “Guerra y Paz”, cuando apuntó que “el individuo que desempeña un papel en el acontecer histórico nunca entiende su significado”, y en quien nos ocupa, a juzgar por su postura, pudiera ser así, por la ira, rencor o inquina acumulada hacia quienes piensan de diferente modo, cualidad que da como “tufo” a haber sido heredada de su antecesor. Llámeme bobo, o si lo prefiere “bodoque”; sí, pero a veces, a modo de apreciación personal, como si viese reflejada en su persona a una heroína nietzscheana que tiene en los zancajos que nada hay mejor que vivir la vida, pues ni siquiera la verdad es transcendental, ni por supuesto la decencia a la hora de ocupar un cargo público –por cierto, por partida doble-, no quedando, por sus modales e incompetencia, nada que reverenciar en su persona, refugiada en la soberbia, sin sentirse culpable de nada. Y lo curioso, todo motu propio.

Permítanme, a juzgar por los juicios vertidos tanto por el director de “La Proterva” como por el líder de la oposición, nuestra alcaldesa miente más que Enric Marco. ¿Qué quién es este tal…? Indague, investigue o busque y descubrirá todas las “trolas” que fue capaz de echar en su vida. De ahí la comparación aludiendo a sus afirmaciones en los plenos. Igual le da reconocer que fue ella sola la partícipe en las reuniones con los trabajadores – ¡qué pensarán éstos de la susodicha!-, que alegar que el problema de la falta de pago de los salarios es de tesorería, depositaría o intervención; lo de estructural –que sostiene Píriz- o lo coyuntural –que no se lo cree ni Dios-, como que no es de su incumbencia. Imagínense, a título de ejemplo, ¡qué futuro podrá tener la liquidación del césped artificial! Sudor y lágrimas, si algún día lo logran -como decimos aquí: tarde, mal y nunca-. Pero, curioso, siempre cuidándose – este afán también debe ser heredado-: una amplia puerta queda abierta al clientelismo a la hora de seleccionar a los futuros usuarios de las residencias geriátricas, reservando plazas a la decisión del “propio ayuntamiento” – ¿para qué una comisión mixta, transparente y con criterios de equidad a la hora del reparto? ¡Anda, eso ni es democrático ni progresista!-. ¡Ja, ja!, ¡hacerle preguntas a ella! Como ir y llover; igual le da ocho que ochenta; el tiempo de antelación que la impronta del momento. Así que me sobraron razones para escribir esta misiva a la directora del periódico Hoy -¿recuerdan mi compromiso, libremente asumido, de sacar a relucir la profanación de la democracia que se producía en cada pleno?-, pero al ver una carta ya publicada –mejor que sea la oposición como partido que no un solo ciudadano-, me abstuve de enviársela; ahora bien, sí me apetece transcribirla, para que todos –ella incluida-, tengan conocimiento de la misma.

A la Sra. Directora del diario Hoy.

26 de septiembre del 2020

Tenga a bien publicarme ésta sobre el último pleno celebrado en Alburquerque, donde, como podrá comprobar, se sufre un auténtico secuestro de la democracia, por lo que las sesiones son una seria exhibición de ARROGANCIA – ¡Sólo lo suyo vale!-, ALTANERÍA – ¡Dios te libre contradecirla!-; y MENOSPRECIO – ¡Ni dar las buenas noches ni mirar a la oposición en toda la sesión!-.

Si bien todo político debiera hacer uso de su bagaje cultural, nuestra ALCALDESA lo hace desde el poderío de la MENTIRA, usándola sin escrúpulos, aderezada con REÍRSE DE LA DEMOCRACIA en la cara de sus legítimos representantes votados por el pueblo, IPAL, con los que no muestra ni educación ni respeto. Deviene en sujeto que en lugar de sumar, resta; en vez de ser parte de la solución, es el problema; que prefiere la crispación antes que el consenso; sólo los suyos antes que el resto. Sin recatos a la hora de obrar, sin dar batalla dialéctica, esconde su inacción en la potestad de los votos, y se ampara en la demagogia ante su incapacidad de gestionar un pueblo al que tiene llagado, ahogado económica y anímicamente, y al que como único subterfugio le ofrece, en los momentos duros que vivimos, la subida de cargas y gravámenes.

Atentamente, le quedo agradecido.

  Antonio L. Rubio Bernal (21967241X)

Como para extrañarnos a estas alturas de que se pida su renuncia; tardando mucho estamos en volver al “Cerco del Reaño” para al unísono gritar: ¡DIMITA Y MÁRCHESE!; de corazón le deseamos que “¡tanta gloria lleve como paz deja!”, que deviene en el “¡anda con Dios!”, de toda la vida. ¡Y que tengamos que ver procederes de tal guisa en quien, a la postre, nos representa también a nivel provincial! Que si delegada provincial de Bienestar Social; lo cuentas y no te creen.

Recojo velas, no sin antes señalar que nada hay más triste en un hombre que olvidar su pasado. Por eso reniego de hacerlo; mi pasado ni ha pasado ni pasará jamás; es más, formará siempre parte de mi presente, y a su amparo expreso mi rabia por la desdichada situación en la que se encuentra nuestra querida villa, cuna de mi pasado. Sólo decirte, Alburquerque, que mientras algunos de los tuyos no perdamos la decencia, el honor y el apego que te profesamos, te mantendrás en pie contra viento y marea, esperando que volvamos a tu regazo aunque sólo sea para gritar ¡BASTA! Y así, romper cadenas.

Permitan, ¿quién dijo que esto estaba superado, remitiendo la pandemia hasta quedar en algo residual? ¿Quiénes gastaron el verano relajados o de vacaciones, responsabilizando a las comunidades autónomas en lugar de estar preparando la infraestructura sanitaria para la segunda vuelta? ¿Quiénes tomaron esto a cachondeo, celebrando que nos habíamos salvado, y venga alterne, botellones, reuniones y lo que hiciese falta? Aquí la tenemos de nuevo, entre nosotros, y con capacidad de hacernos polvo. A los contagiados, un abrazo virtual de solidaridad y mucho ánimo. Todo irá bien. Al resto, por favor, no reiteremos nuestras meteduras de pata; toda cautela en estos momentos resulta escasa. Feliz domingo.

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Portada: Vista parcial de Alburquerque, con el ayuntamiento en primer término.

Foto 2. Marisa Murillo, en el último pleno.

Foto 3. La alcaldesa mira hacia otro lado mientras habla Gutiérrez, portavoz de Ipal.

Foto 4. Ejemplo del estado de abandono de Alburquerque.

 

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