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Reflexión sobre el nº 111 de AZAGALA (II). El voto cautivo en Alburquerque

ANTONIO L. RUBIO BERNAL

Lo dejó escrito San Juan, el evangelista -Cap. 8, vers. 17-, “No hay nada escondido que no deba ser descubierto, ni nada tan secreto que no llegue a conocerse y salir a la luz”. Yo, continuando con mi propósito, traigo a mi espacio esta noticia: “Las empresas no encuentran trabajadores locales y tienen que recurrir a parados de otros pueblos”.

Primera impresión: ¡un espejismo! ¡No hay gente parada en Alburquerque! -600 en realidad-. ¡Qué va! No todo lo que reluce es oro. Desgraciadamente conlleva un enorme, triste y peligroso trasfondo. En sí decía: “lo que se sabe con certeza es que el ayuntamiento absorbe una gran cantidad de mano de obra y el anterior alcalde creó un sistema, cuya punta de iceberg fue detectada por una Inspección de Trabajo, merced al cual todo, o casi todo, el que necesite un empleo, se pasa por el consistorio. Allí se le firma un contrato de unos meses, y luego a cobrar la prestación por desempleo y las prórrogas si hay cargas familiares. Cuando se agota el cobro, vuelta a empezar (…) ¿Qué ganan nuestros gobernantes con este sistema? El voto cautivo”.

Estoy sumido en la nada, ¡floto! Cabizbajo pienso: ¡vergonzoso! Una fórmula más de agradecimiento por el trabajo que le ha facilitado un político para ser ¡acreedor de peonadas!, con prestación por desempleo -prórroga, según los casos-, y, ¡todos contentos! Nada hay en este mundo que despierte más la simpatía y la adhesión que un estómago agradecido.

¡Ree-pug-naan-te! Muestra del arte caciquil del siglo XXI. Una de las muchas prácticas que ofrece la corrupción política en nuestros días. Rabia siento por semejante proceder, tan denigrante y perverso. Y la devanadera, ¿A dónde conduce semejante vía? ¿Qué viso de futuro ofrece? ¿Qué catadura moral cabe esperar de quien idea semejante aberración laboral? ¿Sería consciente de las consecuencias negativas para la persona? ¿Se planteó las secuelas de su aislamiento social?

Proceder de tal calado sólo puede acarrear un pueblo necesitado, sin prestigio, con sus jóvenes frustrados por falta de proyecto personal, y propensos a sucumbir en lo peor; sin autoestima pero con ansiedad, frustración y puede que infortunio. Una fórmula que conduce a la ruina y degradación, al actual estado de desastre y crispación entre vecinos.

¿Dónde queda la doctrina, la ética y pregonar del partido? ¿Semejante proceder refleja la filosofía socialista de “hombres y mujeres que luchan contra todo tipo de explotación, aspirando a transformar la sociedad para convertirla en una sociedad libre, igualitaria, solidaria”…? ¿140 años de honradez? ¿Nueva doctrina C.C. –entiéndase, Carmen Calvo- esto “a nadie le importa”? ¿Ostentación de “sin la gente humilde no se puede ganar unas elecciones y, si cuidas a esta gente, puedes gobernar siempre”?

Todo confluye a que la eficacia de las prestaciones sociales para reducir la pobreza en España se encuentra “a la cola de la Unión Europea” –en el puesto 22 de 27, sólo por delante de Bulgaria, Rumanía, Lituania, Letonia y Estonia-, para más inri.

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Portada: Una de las noticias publicadas en el nº 111 de AZAGALA que acaba de salir a la luz.

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