En una intervención de más de 50 minutos de duración, el ex alcalde de Alburquerque justificó su “vuelta a la política” para descalificar e insultar a más personas que nunca, las cuales, según él, forman parte de una gran conspiración de la extrema derecha. De esta forma, se presentó como un salvador del pueblo al que quieren “destruir”, justificando así que acepta el cargo de portavoz asesor que le ha concedido el grupo socialista mayoritario y gracias al cual seguirá viviendo de la política, como lo viene haciendo durante los últimos 24 años, con un sueldo que estará por encima del que cobran los concejales liberados.
El ex alcalde compareció en la sede del PSOE pero dijo hablar en representación de ORPO, y fue muy duro con muchas personas, algunas de las cuales lo único que han hecho es manifestar su opinión en las redes sociales, sin faltarle jamás el respeto ni a él ni a la alcaldesa, a la que dijo que iba a defender a toda costa, como si ella no pudiera valerse por sí misma.
Al diputado nacional Víctor Píriz le tildó de ser “de ultraderecha, xenófobo y racista y vinculado a la extrema derecha de Alburquerque que es Ipal”, señaló, y le acusó de “querer destruir Alburquerque”. Añadió que Ipal es “el Vox alburquerqueño”.
Al director de esta revista, auténtico urdidor de toda la trama, le descalificó llamándole fantasma, manipulador y falso”, y precisamente de falsos tildó a varias personas: Gutiérrez, Raquel del Pozo, Alberto y Pablo Pasalodos, Mercedes Bernal, Agustín Fuentes… Todos ellos, según él, miembros de la extrema derecha.
Dijo que la conspiración empezó en el fútbol siendo presidenta Raquel del Pozo con otros directivos como Pablo Pasalodos, y metió también en el mismo saco a Negrete. “Me hicieron sufrir mucho” aseguró.
De Mercedes Bernal, presidenta de Adifisa, dijo que empezó en IU y ha terminado en la extrema derecha, y la calificó de actuar “siempre con arrogancia”. Añadió que “no le llega a Marisa Murillo ni a la altura de la parte baja de la suela de los zapatos”.
Criticó a los “Gutiérrez”, especialmente al portavoz de Ipal, y volvió a decir que se portó muy bien porque “lo tuve muchos años en la guardería, salvándole de muchos atolladeros”.
También arremetió contra “algunos miembros” de la policía local que tenían un plus de 120 euros y no hacían los servicios y, por ello, les quitó esa prima. Aseguró que el ayuntamiento les ha ganado un juicio por este asunto.
El ex alcalde alentó a los vecinos contra Víctor Píriz: “Si este pueblo tuviera reaños, este señor se le declaraba persona non grata en Alburquerque”, señaló, y amenazó a Alberto Pasalodos con hacer públicas conversaciones privadas con él. También habló de las cooperativas ganaderas para decir que existe “envidia” en este sector en el pueblo.
Dijo no querer tener relación alguna con los damnificados por sus ataques de esta mañana, ni tampoco con quienes a su vez tienen relación con estos, porque “me pone nervioso cualquiera al que veo con ellos”, aseguró.
Dijo que Negrete, Píriz y Gutiérrez estuvieron hablando juntos en Contempopránea.
También se refirió a los miembros de la Hermandad de la Virgen a quienes dijo haber atendido bien, pero no soporta a la “ultraderecha”, sin explicar a quién se refería.
Muy duro fue con Agustín Fuentes, director de Contempopránea, al que calificó de “manipulador tremendo”, de poner “precios superabusivos en el festival” y de amenazar a Murillo con denunciarla si permitía el botellón en las Laderas, algo prohibido por una ley de la Junta de Extremadura del año 2018. Pidió a la alcaldesa que haga público el escrito de Fuentes, al que acusó de exigir que eliminaran los eucaliptos de las Laderas para hacer mayor el aforo. Este año podían entrar 4.000 personas, dijo, y acusó Fuentes de limitar el acceso a 1.800.
Le echó en cara que se “apropiara” de la marca Contempopránea y le pidió que se vaya con ella a otro sitio, pero en Alburquerque habrá festival indie.
El ex alcalde dijo que tiene varias ofertas de trabajo, pero se ha decidido por aceptar la de portavoz asesor ahora que se ha dado cuenta de que “insultan continuamente a la alcaldesa”. “Voy a ser portavoz y a defender a mi grupo y a mis concejales”, dijo con rotundidad para recordar que “la mayoría del pueblo que ha votado esta candidatura lo ha hecho porque sabía que Ángel Vadillo iba a estar ahí apoyando”.
En los 50 minutos no hizo ni una sola mención a los trabajadores municipales a los que se les adeudan meses de nóminas, pero sí vino a decir que “si Alburquerque no hubiera hecho un esfuerzo en los últimos 25 años -con él en la alcaldía- le habría pasado como a Monesterio, que “se ha quedado con 3.000 habitantes”.
El ex alcalde señaló que, si hay alguna inspección de trabajo por la situación de impago de nóminas, podría darse el caso de que el ayuntamiento tuviera que plantear despidos con un ERE, y también echó la culpa de ello a la conspiración. “A lo mejor Agustín Fuentes se ve en un ERE”, dijo.
El caso es que dio muchas vueltas para decir dos cosas únicamente: que acepta el cargo público para seguir cobrando de los impuestos de los alburquerqueños, y que es posible que el ayuntamiento se esté planteando despidos porque es incapaz ya de pagar las nóminas.
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