Tras una multitudinaria fiesta de bienvenida en la plaza de España, en la que se vieron a muchos jóvenes procedentes de distintos lugares de la geografía nacional, en la mañana del viernes ya empezaron a llegar en mayor número y a tomar un centenar de casas alquiladas por el fin de semana, una vez que las escasas plazas hoteleras de Alburquerque y comarca estaban reservadas desde hace semanas, e incluso meses. Asimismo, la zona de acampada empezó a ocuparse a partir de la caída de la tarde.
En los conciertos del viernes se pudo comprobar algo que es cada vez más evidente: el gran número de seguidores alburquerqueños del indie pop. Así, mientras AZAGALA tomaba fotos desde el interior del foso, pudimos comprobar cómo en las primeras filas, las más cercanas al escenario, prácticamente todos los rostros que se veían eran de personas de nuestra villa, mayoritariamente chicas jóvenes. Y es que ellos estaban filas más atrás o esperando en las enormes colas para adquirir tickets y tomarse un litro de cerveza o de cubata. Y no solo es que saltaran y se emocionarán con los grupos, sino que se sabían las letras de las bandas más conocidas del viernes. La Habitación Roja y Lori Meyers.
Los primeros se entregaron, con un Jorge Martí que apareció totalmente recuperado de su enfermedad reciente y corrió por el escenario como nunca. Tuvo palabras de amor hacia Contempopránea, hacia Zacarías Píriz (y es que no olvida el jamón de su empresa familiar), hacia Agustín Fuentes y hacia Alburquerque, donde nunca olvidaremos su gran concierto en las piscinas de hace unos años. Se marcharon sin tocar Posidonia, una canción que habían interpretado siempre en el festival, pero es que actuaron una hora en lugar de hora y media como en ediciones anteriores.
Luego llegó Lori Meyers, con un espectacular montaje audiovisual en una gran pantalla y con el grupo volcado con los asistentes que, a esa hora, colapsaron ya el acceso a la zona ancha del paseo. Se notó que agradecían a la organización el haberle dedicado esta edición con un homenaje a esta banda granadina, porque lo dieron todo sobre el escenario. Fue el grupo que mejor sonó sobre el escenario, y nos referimos al sonido puro y duro, que durante ese concierto fue excepcional.
Más tarde llegó la calma y se evidenció la falta de previsión a la hora de establecer urinarios públicos. Saneba colaboró con el festival y cedió gratuitamente un buen número de ellos, pero habría hecho falta muchos más. En aquellas grandes colas escuchamos las principales quejas, porque también eran largas las del acceso a los tickets, pero había cuatro personas dispensándolos y la gente compraba para toda la noche del viernes e incluso para las consumiciones de hoy.
Muy buenos los bocadillos, con generosos panes locales de la panificadora Virgen de Carrión y con la elaboración de las carnes de barbacoa a cargo de un especialista Tomás Gómez. Eso también es importante de cara a la buena crítica del festival. Por cierto, bueno también el gigantesco photocall de la entrada.
En definitiva, gran noche la primera de Contempopránea, que remató la banda de moda, Carolina Durante, cuyo pop fresco tuvo al paseo casi a tope hasta las 5 de la madrugada.
Y hoy más. Y mañana, el diario HOY nos dedicará una página.
Único incidente
La única nota negativa hasta la hora fue el intento de robo en la noche del jueves al viernes en el recinto del festival, con la posterior persecución en coche, y el vuelco de un automóvil de la Seguridad de Contempopránea en la calle Carrión.
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FOTO 1: Parte del público en el concierto de La Habitación Roja. AZAGALA
FOTO 2: Coche volcado en la calle Carrión. CEDIDA
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