El sacerdote Vicente Martín Muñoz, quien fuera párroco de Alburquerque entre los años 2002 y 2006, ha sido ordenado por el papa Francisco Obispo auxiliar de Madrid, por tanto, se convierte así en uno de los “pastores” de la archidiócesis más influyente de España.
En el número 144 de la edición impresa de AZAGALA ya publicamos su nombramiento y su andadura desde que fue ordenado sacerdote, pero ayer tomó posesión en la catedral madrileña de La Almudena.

Nacido en La Nava de Santiago en 1959, pasó su infancia en Mirandilla. Es el mayor de tres hermanos y sus padres, ya fallecidos, le regalaron el ejemplo del trabajo: él como obrero del campo y ella como empleada en el servicio doméstico, además de ama de casa.
El diario Hoy publica una entrevista con el nuevo obispo realizada por el periodista Evaristo Fernández de Vega, de la que destacamos algunas de las preguntas y sus respuestas.:
-¿Cómo se transforma un niño de pueblo en Obispo?
En realidad llegué al seminario casi por casualidad. Tenía 12 años y en casa estaban buscando un internado porque en mi pueblo no podía estudiar de 6º de EGB en adelante.
-¿Cómo descubrió la vocación?
Entré sin vocación, no sabía ni qué era eso. Pero me lo pasé tan bien y saqué tan buenas notas que cuando decidí qué hacer con mi vida quise dar el paso sin saber cómo me iba a ir. Fue en el seminario donde me fui encontrando conmigo mismo y con Dios. Fue un proceso lento, como ese chirimiri que termina calando.

-Calera de León, La Nava de Santiago, La Roca de la Sierra, Alburquerque… ¿Cómo fueron sus primeros años de sacerdote?
Muy intensos, me dediqué a las parroquias hasta que el entonces obispo me envió a Madrid a cursar un máster en Doctrina Social. En todas las parroquias por las que pasé impulsé Cáritas, tal vez esa fue la razón.
-Después fue a la barriada del Gurugú y a Colorines?
Hubo un antes y un después, porque Los Colorines es la zona de mayor exclusión social de Extremadura y una de las mayores de España. Viví esa etapa con una gran impotencia. Todos tenemos los mismos derechos, pero no las mismas oportunidades. Recuerdo a una chica que cuando iba a ofrecerse para trabajar como empleada de hogar no podía decir que vivía en Los Colorines. También descubrí la importancia de trabajar en equipo con otros colectivos sociales y que hay personas sin fe muy comprometidas.
-¿Qué hace un sacerdote en un entorno de marginación?
Mi trabajo consistía en estar presente, acoger y acompañar. ¿Pero cómo decirle a la gente que Dios los ama cuando en un su entorno parece justo lo contrario? Tuvimos que apoyar en el pago de la luz y el agua, pero también les apoyábamos en la toma de decisiones.

-¿Qué le llevó a Madrid?
Estando en el Gurugú, don Celso, el arzobispo, me propuso retomar mis estudios de Teología Pastoral. En 2018 me llevaron a la Conferencia Episcopal como delegado de Cáritas y en 2022 asumí la dirección de la subcomisión de Acción Caritativa y Social.
¿Cómo definiría a Cáritas?
Cáritas es sus 70 Cáritas diocesanas, sus 6.000 Cáritas parroquiales, sus 80.000 voluntarios, sus más de 5.000 trabajadores… Cáritas es algo más que una oenegé, somos la iglesia al servicio del pobre. Para nosotros el compromiso brota de la fe en Cristo, que siempre puso en primer lugar a los más pobres. Cáritas y la Iglesia son los mismo, por eso me preocupa que en las estadísticas se ponga a Cáritas muy bien y a la Iglesia muy mal.
-¿Influyen en esa percepción de la Iglesia los casos de abusos a menores?
La Iglesia está formada por personas frágiles y débiles, que pueden hacer lo mejor y lo peor, pero la Iglesia no está para hacer sufrir a la personas, sino al contrario, por eso es importante reconocer los errores y corregirlos.
-¿Es de los que piensan que el Papa Francisco ha intentado bajar a la Iglesia de su pedestal?
Francisco me ha fascinado y me siento muy identificado cuando dice que hay que salir a las periferias.
-Se ha difundido un comentario del Papa que decía que había demasiado mariconeo en algunos seminarios. ¿Qué opinión le merece?
No tengo dudas de que el Papa tiene clarísima la acogida y el respeto a las personas más allá de su condición u orientación sexual. Yo me sitúo ahí también: las personas somos personas sin más adjetivos, personas con derecho y dignidad.
-Se ha presentado una Iniciativa Legal Popular para regularizar a inmigrantes irregulares, pero hay partidos en contra que han conseguido buenos resultados electorales. ¿Cuál es su postura?
Esa iniciativa está apoyada por 700.000 firmas y en su impulso han tenido una labor activa las instituciones de la Iglesia. Yo no comparto absolutamente nada esas políticas populistas que criminalizan a las personas que vienen de fuera. En la parroquia donde estoy tenemos acogidos ahora a varios chicos inmigrantes irregulares. Llevan mes y medio con nosotros y cada día vienen por la tarde, se asean y comparten con nosotros, con la gente de la parroquia.

A mí me llama la atención cuando hablan del efecto llamada. Más que efecto llamada hay efecto expulsión: guerras, crisis climática, pobreza, violencia… Eso es lo que hace que la gente salga del lugar donde vive. Y no olvidemos que en nuestra sociedad ponemos a la gente que más queremos en manos de personas que en su mayoría son inmigrantes, ellos cuidan a nuestros mayores y a nuestros niños.
Según nos informaba Manolo Martín Palacios, Vicente Martín vendrá el día 13 de julio a oficiar su primera misa como obispo a su pueblo, La Nava de Santiago, y la segunda, el día 14, a Mirandilla. Seguramente irán muchos alburquerqueños a La Nava, porque aquí dejó buen recuerdo y a muchas personas que le aprecian y siguen teniendo en contacto con él.
PORTADA: Vicente Martín, con Ángel Solano, en una misa en Carrión. ARCHIVO AZAGALA (Derechos reservados)
FOTO 2: Vicente Martín, en una homilía en el Colegio de las Monjas. ARCHIVO AZAGALA (Derechos reservados)
FOTOS 3 Y 4: Imágenes de webs. En la 4 ya ordenado obispo.
FOTO 5. Ayer, mientras le ordenaban obispo. Foto cedida por MANOLO MARTÍN PALACIOS.
Hits: 606
Sé el primero en comentar