Aureliano Sáinz
El título de este artículo coincide con el del vídeo que el Ayuntamiento de La Roca de la Sierra editó para dar difusión a los murales que se han ido realizando en este pueblo hermano en los últimos cuatro años. En él se pueden ver y oír las palabras que nos explican, con una alta carga poética, lo que se desea expresar a través de estas obras.
En mi caso, tengo que apuntar que en diciembre del año pasado estuve en La Roca para entregar libros con el fin de apoyar la iniciativa que se llevó adelante tras la terrible inundación que sufrió el pueblo por las lluvias torrenciales de aquellos días.
Allí conocí a Alfonso González, persona cordial y entusiasta que durante muchos años fue alcalde de la localidad. En aquel día, como es habitual, nos hicimos fotos de todos los que acudimos al encuentro que habíamos programado desde el Colectivo Tres Castillos. Me llamó la atención algunos de los magníficos murales que vi, por lo que en el reciente viaje hacia Setúbal le pregunté si me podía enviar las imágenes para realizar un artículo con el fin de ser publicado Azagala y también en Andalucía Digital.
Rápidamente, recibí las fotografías junto con el vídeo (que incluyo al final del artículo). Pude comprobar que, en esos murales realizados por Lupe Arévalo y Jesús Brea, dos grandes expertos en el arte urbano, se apela a una educación igualitaria de niños y niñas y al derecho de la mujer a tener un horizonte propio de libertad e igualdad.
Debo apuntar que todos los murales me gustan mucho, aunque debido a mi profesión docente los voy a comentar comenzando por aquellos que representan a los más pequeños. Es la razón por la que he elegido para la portada el que nos muestra los rostros de medio perfil de dos niñas sonriendo, cuyas manos se juntan como si fuera un claro signo de compañerismo y de apoyo mutuo de dos amigas que miran hacia el futuro con alegre optimismo.
La educación en igualdad hay que iniciarla de manera temprana para que los pequeños asuman con toda naturalidad este valor. Y, entre otras cosas, lo mejor que puede hacerse es no dividirlos en los juegos según los sexos. Es lo que se manifiesta en esta imagen de un niño y una niña que comparten el juego de las canicas. Además, mientras que la niña lleva un tirachinas en el bolsillo trasero para entretenerse y disfrutar disparando a las latas, al niño se muestra junto a un oso de peluche, que, tradicionalmente, se consideraba adecuado para el género femenino.
Como he apuntado, la mujer es quien protagoniza la mayoría de los murales. Esto comienza a expresarse dentro de esta magnífica composición en la que se muestra un rostro femenino ligado al deporte, de forma que la protagonista, haciendo con las dos manos la señal del corazón como signo de triunfo y con el lema de “Batiendo récords”, las invita a luchar por superarse y alcanzar metas que, tiempo atrás, se asociaba exclusivamente con los deportes masculinos.
Otra imagen de enorme belleza es la que aparece en la medianera de una vivienda de planta baja. En este caso, se acude a un mural en el que se ve a una garza volando sobre unos fondos azules y violáceos, atravesando el círculo central de los tres que forman la composición. Si uno mira detenidamente, detrás de la garza puede verse sutilmente una silueta femenina, como si estuviera emulando esa actitud de alzar el vuelo en la búsqueda de metas en lejanos horizontes.
Un enfoque distinto se muestra en este mural, también en una pequeña medianera. En este caso, se destaca un rostro femenino en plano detalle, de forma que la protagonista mira de frente y sin sentir ningún tipo de temor con esa mirada firme. En la zona baja, tres bandas con los colores rojo, violeta y azul parecen tapar la parte inferior de la cara. No obstante, la palabra LIBRES en pleno centro del mural nos indican, sin lugar a duda, que la mujer debe tener los mismos derechos y las mismas libertades que los hombres.
Tal como he indicado, a primeros de diciembre del año pasado, La Roca de la Sierra, tras las fuertes lluvias torrenciales, se inundó de una manera brusca, de modo que las pérdidas fueron cuantiosas. Uno de los daños sufridos fue el de la Biblioteca municipal, que quedó completamente arrasada. Es por lo que el Ayuntamiento realizó una campaña para solicitar la solidaridad con el fin de poder contar de nuevo con esa biblioteca que tanto les había costado lograrla.
Quizás, como símbolo de ese amor por el libro se haya realizado este mural, en el que aparecen representados ejemplares colocados de perfil sobre anaqueles, todos con nombres de autoras, siendo la puerta de la casa, de color negro, la que sirve de separación de los dos grupos de libros.
Con esta breve incursión sobre algunos de los murales de La Roca de la Sierra quisiera homenajear a este pueblo que ha tenido una excelente idea con este proyecto: por un lado, reforzando su atractivo con lo que solemos llamar arte urbano y, por otro, potenciando los valores de igualdad y de los derechos de la mujer, que ya forman parte indudable de nuestra cultura, aunque hay que insistir de modo constante en ellos.
Y ahora, pasemos a ver y escuchar el vídeoeditado por el Ayuntamiento de la Roca de la Sierra para que se conozca esta magnífica iniciativa.
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