F. NEGRETE/J. M. LEAL
El mismo día de la dimisión de Gutiérrez, tras el pleno, y estos otros días que han pasado, hemos hablado con mucha gente, algunos con conocimientos políticos y otros a quienes no les gusta nada la política, y la inmensa mayoría de estas personas creen que lo sucedido es fruto de un “complot” para arrebatarle la alcaldía a Ipal y para hacerse con ella el PSOE.
Personalmente no creemos en ese complot, pero sí estamos seguro de que el citado partido quiere la alcaldía, si es ahora ya o en las elecciones de mayo, habrá que esperar a los próximos días para saberlo. Evidentemente, si próximamente llega una solución a la multa de mil euros para quien tenga el bastón de mando, la cosa sería tan sospechosa como escandalosa. Pero el PSOE, con Alburquerque, ha demostrado durante muchos años no tener vergüenza ni escrúpulos. Y actualmente parece que siguen por el mismo camino, porque aún no hemos visto a nadie del partido, salvo a su concejal Prieto, hacer autocrítica por haber protegido y amparado al vadillismo, incluso cuando ya sabían que tenía el ayuntamiento en la ruina más grande de toda España, como ya titulan los medios de comunicación nacionales.
Es más, valga como ejemplo que el mismo día que Gutiérrez anunciaba su dimisión, Felipe Redondo, que hizo de portavoz como diputado socialista en la Asamblea de Extremadura, dijo que el problema “viene de corporaciones anteriores”, como si esas corporaciones no tuvieran nada que ver con el PSOE, como escondiendo el bulto… ¡Penoso! Evidentemente, todos los demás grupos, PP, Ciudadanos y Podemos, salieron en tromba a recordar que la culpa había sido del partido socialista que había sostenido en sus filas tanto a Vadillo como a Murillo.
Vamos a esperar a ver qué pasa, pero Juan Carlos Prieto debería guardarse mucho de confiar en su propio partido, porque no siendo el impecable presidente de la Diputación, a ningún cargo importante le hemos visto tomar una decisión contra los culpables de tanto daño como han hecho a este pueblo. Sabemos que Prieto ha cerrado filas con su compañero Gutiérrez estos días y nos sorprendió que no tomara la palabra en el pleno de la dimisión, pero si ahora “cae del cielo” una solución a esa multa, debería meditar mucho su decisión, porque el pueblo se le podría volver en contra. Y no se lo merece porque ya hemos dicho que luchó valientemente desde dentro contra el vadillismo, pero tiene lo que a nuestro juicio es un problema, que es un hombre muy del “partido”, y él lo reconoce, pero el partido le puede meter en un buen atolladero y echar por tierra sus aspiraciones a la alcaldía en las elecciones del próximo mes de mayo.
Si llegara esa solución, a nuestro parecer, debería ser el propio Gutiérrez quien volviera a la alcaldía, dado que dimitió por un problema concreto, y si ese se resuelve, tendría toda la lógica que volviera a tomar el bastón de mando.
No olvidemos que dentro de 10 días tiene que aparecer un nuevo candidato a alcalde, pero quien se postule, tiene que ser votado. Y, ojo, si hay un grupo que está clarísimo que derrotaría a Vadillo en las elecciones de mayo, ese es Ipal. Y, ojo también, con todo el descaro del mundo y con la falta de vergüenza que tiene, al día siguiente de la dimisión de Gutiérrez, ese ex alcalde que “jodió” a Alburquerque, andaba con la carpeta bajo el brazo riéndose feliz por los bares y echándose en brazos de la gente, al menos de aquellos que no echan a correr y se van cuando le ven cerca.
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Foto de portada: Gutiérrez le ofrece el bastón de mando a Prieto el día de la moción de censura.
Foto 2: Prieto en su último pleno con sus ex compañeros de grupo.
Foto 3: Concejales del grupo de gobierno el día de la dimisión de Gutiérrez.
Foto 4: Gutiérrez, en su despedida de la alcaldía.
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