REDACCION AZAGALA
El ayuntamiento tendrá que readmitir a una de las personas que más dio la cara por defender sus derechos laborales y fue despedida por ello. El despido ha sido declarado nulo y tendrá que ser indemnizada por “daños morales” y por los meses que ha estado sin trabajar en el consistorio.
El nuevo gobierno tenía la opción de recurrir la sentencia, pero ha actuado con coherencia y no lo ha hecho, porque tanto Gutiérrez como Prieto fueron muy críticos con los despidos del vadillismo a aquellos que exigieron sus derechos a percibir sus salarios, como es el caso de la persona despedida, a la que se adeuda un año en nóminas, como casi todos los trabajadores municipales.
Se da la circunstancia de que Murillo, siempre bajo órdenes de Vadillo, despidió a quienes iban a las concentraciones, y dejó intactos los contratos de los que nunca se manifestaron, algunos de los cuales formaban parte del núcleo afín al vadillismo y estaban y están en un departamento clave para la gestión del consistorio.
Esta revista, comprometida con la verdad y la justicia social, entre otros valores, muestra su satisfacción por esta sentencia y aplaude la decisión del grupo de gobierno de no recurrirla, dando así un nuevo revés al anterior gobierno anterior, dirigido por su “asesor-portavoz”, quien a buen seguro quería ver para siempre a esta persona fuera del consistorio.
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