FRANCISCO JOSÉ NEGRETE
Siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras. En Alburquerque hay gente a quien ni siquiera les importará la evidencia de las imágenes, porque la verdad les importa un bledo, seguirán comulgando con ruedas de molino, porque le deben mucho al régimen “criminal” que ha hundido nuestro pueblo. Ayer fue un día duro, con cortes de líneas telefónicas por falta de pago, como denunció Ipal, con avisos de cortes de luz en edificios municipales, con abandonos… y algunas “desgracias” que veremos en próximos días y desvelaremos en la edición impresa de AZAGALA.
Pero vamos a centrarnos en una de esas imágenes rotundas y que muestra a las claras al culpable, a los culpables de la situación de las residencias, en un momento en que la línea de defensa es, como siempre, echar la culpa a otros de lo que está pasando en las mismas y de lo que va a pasar… Es la residencia virgen del Carmen, la que era joya de la corona hasta que la empresa Rasero-Fuentes construyó una de auténtico lujo en el Risco, por encima del complejo Machaco, y que alquiló al ayuntamiento.
Virgen del Carmen se cerró por deficiencias gravísimas que silenciaron nuestros gobernantes y parte del personal, pero se corrigieron, al menos las que eran debidas a la infraestructura del edificio, y por tanto el SEPAD dio el visto bueno para su apertura. ¿Por qué el ayuntamiento no la ha abierto? ¿Quién tiene la culpa de ello? La respuesta es evidente, no tienen el personal necesario y no lo tienen porque nadie quiere trabajar y han tenido que darles un caramelo envenenado –la nómina a fin de mes- a cuidadoras que se están dejando la piel en el empeño. Pero eso no es suficiente para mantener las residencias y para salvarlas.
La imagen, deplorable pero también triste, tristísima, de un edificio que podría estar albergando a personas que darían la vida por pasar sus últimos días en el pueblo que les vio nacer; la imagen en penumbra de la residencia virgen del Carmen vacía de almas es la señal de la misma oscuridad en la que vive Alburquerque en estos últimos días del régimen maldito que agoniza. La larga noche dará lugar a un nuevo día que ha de llegar más temprano que tarde, sin reposo…Y renacerá nuestro pueblo de su ruina y pagarán su culpa los traidores…
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