Una mujer alburquerqueña, Mª del Pilar Morgado Rodríguez, ha denunciado en esta revista que en el pueblo no solo hay “personas de primera y de segunda categoría dependiendo de si eres seguidor del régimen que nos gobierna”, sino que incluso también hay fallecidos de “primera y segunda”, dependiendo de quienes sean los difuntos o sus familiares, como es este caso.
Pilar Morgado nos cuenta cómo un familiar suyo falleció el día 2 de septiembre en la residencia Nuestra Señora de Carrión, una persona que llevaba en ese centro desde que abrió sus puertas, hace 14 o 15 años y, sin embargo, “el ayuntamiento no tuvo el detalle de comprar un ramo de flores para su funeral como hace con otros mayores de las residencias, el último la semana pasada, cuando el ayuntamiento le regaló una corona a una persona fallecida que estaba en una de las residencias”.
“A mí me parece muy bien que les den el ramo a los usuarios, pero no que se los den a unos sí y a otros no”, señala Pilar, y no es que yo necesitara un ramo para mi familiar fallecido. No lo digo por eso, lo digo porque me parece de vergüenza y de poca sensibilidad que a unos muertos se les trate de una forma y a otros se les trate de otra forma.
Pilar Morgado señala que “en mi caso, estoy en la lista negra porque voy a todas las concentraciones de los trabajadores y mi hijo también está en esa lista porque es Juan Pedro Pulido, el policía que tuvo la valentía de ponerse en huelga de hambre por no cobrar sus sueldos. Pero yo le digo a estos que nos gobiernan y que tienen muy poca lacha, que paguen conmigo o con mi hijo, pero no con una persona fallecida que fue discriminada solo por ser de familia nuestra”.
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Foto: Pilar Morgado, en una de las concentraciones de trabajadores
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