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La Junta no pide la disolución del ayuntamiento en contra del criterio de todos los grupos políticos excepto el PSOE

EL PSOE pide la dimisión de Murillo y señala que “el ayuntamiento está intervenido de facto”

La Junta de Extremadura no pedirá por ahora la disolución del ayuntamiento de Alburquerque al entender que “no es un camino fácil”. El PSOE se encontró esta mañana en la asamblea de Extremadura con que todos los grupos políticos, PP, Unidas por Extremadura y Cs, exigían esa disolución como única vía para solucionar el gravísimo problema de nuestro pueblo.

La vicepresidenta Pilar Blanco habló de la “pésima gestión de los responsables municipales” y de su “negligencia”, pero recordó que la “autonomía local es un puntal de la democracia”. Citó las medidas tomadas por el Ministerio de Hacienda con numerosos requerimientos por incumplimientos municipales del plan de ajuste necesario para poder acceder a créditos públicos. Dijo que en 2018, 19 y 20 se ha incumplido los compromisos adquiridos por la ley de estabilidad presupuestaria. “Sus incumplimientos no van a quedar impunes y podrán terminar con la intervención y disolución del ayuntamiento”, dijo, pero añadió que “aún no se ha llegado a ese escenario y hay que esperar a ver si dan resultado las acciones que se están tomando”.

  Álvaro Jaén, de Unidas por Extremadura, trazó el discurso más sensible apelando a las emociones. Señaló que los vecinos de Alburquerque estaban esperando hoy la solución de una intervención que resolviera sus dramas y se preguntó qué tiene que pasar ya en ese pueblo para disolver ese gobierno”. Añadió que muchos estarían escuchando a la vicepresidenta y habrán dicho que “bien, pero cuando vamos a cobrar”. “Los afectados pensarán que esto va para rato y no pueden aguantar más”.

Le dijo a Blanco que “es bueno acercarse al drama” y recordó que el ayuntamiento debe 15 millones de euros y esa deuda no se genera de un día para otro, para preguntar “cómo no lo han visto en todos estos años” cuando el pueblo lo ha gobernado el PSOE.   Finalmente le pidió que responda a los vecinos de Alburquerque y no a los grupos parlamentarios.

Casares Sánchez, portavoz de Ciudadanos, dijo que “Alburquerque no tiene la misma atención mediática que Marbella –único ayuntamiento de España en el que se disolvió el gobierno local- pero los problemas son de la misma condición”, y recordó que el artículo 26 de la Constitución dice que “el persistente incumplimiento de la estabilidad presupuestaria puede conllevar la disolución”.

López Margallo, portavoz popular, comenzó diciendo que “ya es hora de que los socialistas extremeños dieran la cara en esta asamblea por la gente de un pueblo que han gobernado durante muchísimos años”. “Una sola persona, Murillo, ha hecho del ayuntamiento su fortín y mantiene secuestrados todos los órganos de gobierno”, señaló, y añadió que Murillo y Vadillo han “hundido y enfangado a Alburquerque en una crisis catastrófica”.

Habló de “colas de hambre” en el pueblo, y recordó que la alcaldesa dijo en su toma de posesión que el alcalde siempre sería Vadillo, quien fue nombrado portavoz y asesor “con la aquiescencia de la Junta”. “La zorra cambia de pelo pero no costumbre” y “tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe”, fueron dos dichos que pronunció para echar en cara al PSOE que haya “dado cobijo a esta situación”.

“Vadillo y Murillo son dos personajes perniciosos” señaló, y “no basta con que el PSOE les haya expulsado, porque han permanecido con los ojos cerrados y reaccionado demasiado tarde”. Finalizó diciendo que lo que sucede aquí “traspasa todas las líneas y es hora de buscar una fórmula legal para disolver el ayuntamiento y darle la voz al pueblo”.

González Gracia, portavoz socialista, aseguró que la Junta y el gobierno central “siempre han estado preocupados por la situación de Alburquerque” y pidió a Murillo que dimita para facilitar la solución.

Habló del único concejal socialista, Juan Carlos Prieto, que “es un ejemplo de honestidad y lealtad a unos ideales y cuando tuvo que posicionarse los antepuso ante cualquier delirio de grandeza”. Insistió en que “lo importante no es cómo uno llega a la alcaldía, sino cómo uno se va de ella” y sostuvo que el proyecto político que gobierna Alburquerque “está agotado” y está provocando una quiebra en la convivencia.

Desveló que los dirigentes del ayuntamiento “ponen palos en las ruedas todos los días” y recordó que el PSOE hizo “mil requerimientos a la alcaldesa y le ofreció ayuda y el camino para sanear las cuentas, pero ella no quiso”.

“Ni ORTO ni ORTA pueden chantajear a un proyecto político con 142 años de historia que se llama PSOE”, señaló, en referencia a ORPO, y le recordó a Jaén que “se mostró en contra de aplicar el 155 en Cataluña y quiere aplicarlo en Alburquerque”. Añadió que “el ayuntamiento está intervenido de facto y sus cuentas fiscalizadas, de forma que en el capítulo de gastos tienen preferencias los proveedores y trabajadores para que no sufran el drama por la pésima gestión de sus dirigentes”.

Terminó citando unas palabras de su compañero Prieto: “no se solucionan los problemas con ruedas de prensa, sino con el esfuerzo de todos y la colaboración de las administraciones”.

 

 

 

 

 

 

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