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Movidos por el espíritu de empatizar e influir en favor de los derechos de niñas y mujeres afganas

La marcha de anoche en solidaridad con las mujeres y niñas afganas contó con la presencia de 35 personas que quisieron visibilizar en el pueblo esta causa tan sensible. La comitiva partió de la plaza de España, recorrió toda la avenida Aurelio Cabrera y entró por Las Laderas, para continuar por el Reducto (Av. Pablo Lapeña), donde se incorporaron nuevas personas, aunque a la lectura del comunicado en la Villa Adentro ya se quedó menos gente.

A la organización en ningún momento le importó la cifra de asistentes sino que se trataba de sentir cada uno individualmente la satisfacción personal de haber estado en un acto casi íntimo de empatía con las niñas y mujeres que sufren descarnadamente y a las que les espera un calvario bajo un régimen criminal.

Charo Ceballos, miembro del Colectivo Cultural Tres Castillos y del Consejo de Redacción de AZAGALA, feminista convencida y coherente, no de esas de postureo que apoyan unas causas y no otras dependiendo del convocante, empezó diciendo en el comunicado que “esta concentración está convocada por el colectivo cultural Tres Castillos con la intención de sensibilizar, visibilizar y solidarizarse con las mujeres y niñas afganas. No está auspiciada ni bajo el amparo de ningún partido político. La ideología política de los que estáis aquí no importa, solo importa vuestra presencia, que os agradecemos profundamente. Aunque entendemos que son las mujeres y niñas las más perjudicadas por su sola condición de ser mujer, este colectivo también se solidariza con los afganos varones, hombres y niños, que sufren igualmente el horror del régimen talibán”.

A continuación puso un ejemplo para explicar la importancia que pueden tener actos pequeños como el de ayer: “Estar aquí esta noche, haciendo esta corta vigilia, probablemente, no va a cambiar la situación de las mujeres y niñas en Afganistán. Pero si Rosie Parks se hubiera levantado del sitio que ocupaba en el autobús cuando un ciudadano blanco la conminó a irse al lugar que le tenían asignados a los negros en el transporte público, no hubiera comenzado un periodo en la historia de EE.UU. que culminó con la consecución de los derechos civiles para los ciudadanos negros. Seguramente, Rosie Parks pensaba también que no serviría de nada quedarse sentada, pero se quedó, y cambió la historia. Ese espíritu es el que nos ha traído hoy aquí”.

Charo describió algunas de las restricciones y maltratos contra las mujeres por los talibanes, entre ellas las siguientes: -“Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares, que igualmente se aplica a profesoras, ingenieras y demás profesionales.  Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (pariente cercano masculino como padre, hermano o marido). – Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos. – Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).- Requerimiento para las mujeres de llevar un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies. – Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram. – Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos. – Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla). 10- Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos). Prohibición a las mujeres de reír en voz alta. Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas”…

La reivindicación, que pueden escuchar íntegramente en el vídeo de arriba, terminó con la lectura por parte de María Bozas de un poema de Nadia Anjuman, una poetisa afgana que murió con 25 años asesinada por su marido a golpes.

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Portada: Marcha en solidaridad con las niñas y mujeres de Afganistán.

Vídeo: Charo Ceballos, de quien partió la iniciativa, leyendo el comunicado íntegro y lectura del poema final a cargo de María Bozas.

Foto 1: Charlo Ceballos.

Foto 2: Momento de la vigilia.

Foto 3: María Bozas leyendo el poema de la poetisa afgana asesinada a golpes por su marido.

 

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