Según ha podido saber esta revista, la concejala Magdalena Carrasco va a hacer efectiva la dimisión esta misma semana, entre ayer y hoy, y Sandra Maya la hará en los próximos días. Son las dos ediles que habían anunciado su marcha, pero a quienes Vadillo ha ido convenciendo para que la retrasaran, circunstancia que les estaba causando malestar. Por ello, han seguido hasta aprobar los presupuestos la pasada semana, pero ahora ya harán oficial y legal su dimisión.
Nena Carrasco, que ha ejercido de teniente de alcalde, entró en la corporación municipal en el año 2007, y ha sido una de las más activas y trabajadoras en los grupos de gobierno, mientras Sandra Maya estuvo en la legislatura de 2011 a 2015 y luego volvió a presentarse en la última, 2019. En favor de ambas puede decirse que no han entrado jamás en polémicas y se han mostrado respetuosas en el ejercicio de sus cargos.
Con la dimisión de ambas, ya solo quedan 4 de los 9 ediles que tomaron posesión con el grupo de gobierno: Marisa Murillo, Cipriano Robles, ambos liberados y cobrando del ayuntamiento, Laura Santalla y Matías Duro. Además, tras ser expulsados del PSOE, su grupo no tiene ahora ninguna denominación, son simplemente concejales “no adscritos”, dado que ORPO, al contrario de lo que mucha gente se cree y dice Vadillo, no existe legalmente.
Esto significa que el gobierno queda en minoría, al ser 4 no adscritos por 5 en la oposición (4 de Ipal y uno del PSOE), por lo que les sería prácticamente imposible seguir adelante. Es por ello que el ex alcalde y ahora no sabemos si asesor portavoz, o coordinador asesor o director general, lleva meses intentado convencer a las personas que iban en la lista del PSOE pero quedaron fuera para que sustituyan a los dimitidos.
No es fácil que alguien quiera entrar en las circunstancias que está el ayuntamiento y con los problemas que hay y los que quedan por venir, que serán más graves aún. Es por ello que Vadillo está echando el resto, utilizando sus “artes” para convencer a algunos. Desde luego si alguien entra de concejal no será por vocación, sino prácticamente por obligación, dado que a nadie que esté en su sano juicio le dicen que se tire de cabeza a un pozo sin agua y se tira.
Con un capitán que ha perdido la brújula de un barco que navega a la deriva, subirse ahora a esa nave es poco menos que un suicidio. A día de hoy desconocemos que alguien esté dispuesto a dar ese paso que, en todo caso, no serviría para los intereses de Alburquerque, ni de su futuro. Todo lo contrario, serviría para prolongar la agonía, dado que el capitán no solo no corrige el rumbo, sino que lleva el barco al hundimiento, dispuesto a que con él se ahoguen sus concejales y el pueblo entero.
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-Portada: Constitución de la corporación actual en 2019, con la mesa de edad, compuesta por el edil de menor edad, Juan Carlos Prieto, y la mayor, Nena Carrasco. Junto a ellos, el secretario municipal.
-Vídeo de La Badila.
-Foto 2: Sandra Maya, en su toma de posesión.
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