Marisa Murillo ha manifestado en las redes sociales que el hecho de que tanto Alburquerque como las residencias de ancianos estén afrontado bien la pandemia de coronavirus se debe a Vadillo. En concreto, y sin pudor alguno, la alcaldesa señala textualmente “que Alburquerque haya afrontado mejor esta crisis sanitaria y, hasta ahora, no haya repercutido en las Residencias de Mayores es debido a tu trabajo y desvelos para preservar a nuestros mayores”. Murillo dice que “no es cuestión de suerte sino de afrontar las medidas con el único objetivo de mejorar y preservar la salud”. Es decir que la alcaldesa está diciendo que es Vadillo quien ha tomado las decisiones en Alburquerque y entonces nos preguntamos para qué esta ella. También podemos concluir que, según ella, no ha sido la dirección de las residencias ni el personal, sino el exalcalde quien ha “salvado” a las residencias del virus.
En este sentido, Marisa Murillo pide a su antecesor en el cargo que siga informando sobre la pandemia a pesar, dice, de los “insultos” que recibe Vadillo, quien por otra parte señala que ha “tenido que dejar de informar por diez motivos”. Además, el ex alcalde critica a la “dirección política de la Consejería de Sanidad de Badajoz a la que acusa de ser “para mear” y añade que mejor se calla, dando a entender que no esperaba eso de “personas que yo pensaba cercanas a mí”, y finalmente advierte que “algún día hablaré la verdad”.
Según se desprende de su escrito, Vadillo se encuentra molesto porque, señala, “el problema es que yo no soy nada”, como si alguien de la consejería le hubiera recordado lo que es obvio pero nadie se atreve a decirle en Alburquerque: que él no tiene ya ningún cargo político, en una palabra, que ya no es alcalde. “Lo que he tenido que llegar a ver”, señala finalmente Ángel Vadillo.
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Foto: Vadillo en una de sus últimas comparecencias.
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