Ayer desvelábamos en esta misma edición digital de AZAGALA que, por fin, la Guardia Civil había puesto en su sitio al anterior alcalde de Alburquerque, al que advirtieron antes de ayer que no puede estacionar en el lugar privilegiado del pueblo, justo al lado del ayuntamiento, en zona reservada para la policía local y vehículos de servicios municipales.
Bueno, pues esta misma mañana, una persona bastante cercana al ex alcalde y de toda fiabilidad, nos comentaba que hace unos meses fue la Policía Local de Alburquerque la que también le denunció por estacionar en ese sitio. Este ciudadano no puede precisar la fecha exacta, pero indica que ha sido ya en este año 2020.
Podemos contar a nuestros lectores que no estamos seguros de si la guardia civil le interpuso una denuncia, porque a veces los agentes te avisan una vez y a la segunda ya te multan, mostrando así una flexibilidad que es de agradecer. Sin embargo, en el caso de la policía local, el agente sí le interpuso la correspondiente denuncia.
Por tanto, la noticia se vuelve aún más escandalosa porque, tras ser denunciado ya una vez, resulta que vuelve a incumplir la norma que él mismo aprobó siendo alcalde. Y es que, como también contábamos ayer, este vecino estaciona prácticamente siempre en ese lugar.
Con estas denuncias, las fuerzas del orden, de manera implícita, le hacen ver que ya no es alcalde, cosa que no estamos seguros de que él haya entendido, no ya solo por su propia obsesión con el poder, sino por la irresponsabilidad de quienes le consienten que ejerza en realidad como quien no es, y que no le están haciendo ningún favor.
Las personas que le aprecian de verdad deberían decirle que lo deje ya, que tuvo su tiempo, que busque una forma de vida para encarar su futuro. Seguro que le iría mejor y sería bueno para su bienestar general. Pero nadie se atreve a ponerle el “cascabel al gato”, y a otros no les interesa.
Impactos: 0