En menos de una semana han fallecido nueve alburquerqueños, una estadística inusual. Algunos de ellos eran muy populares, como el entrañable Fermín Moro, del que hablamos con cariño en el número de esta revista que sale esta misma semana, o el naturalista José Cárceles, un hombre que fue concejal del ayuntamiento y siempre procuró no solo vivir en paz y en armonía con la naturaleza, sino tratar de que esas mismas condiciones reinaran en Alburquerque. Le dedicaremos un homenaje en el número de marzo de AZAGALA.
También nos dejó Juan Vadillo, una persona que era el vivo retrato del hombre de campo, con sus costumbres típicas, o Pío Rabazo, el más mayor de todos. Asimismo, era conocido Gile, un gitano simpático, del que se conocen muchas anécdotas. También nos dejó Juan Alfonso, hermano de nuestra antigua colaboradora, Conce, que nos escribirá una dedicatoria en el próximo número de AZAGALA.
Finalmente, hay una mujer entre los fallecidos, Josefa Samino, madre de Mercedes Bernal, presidenta de Adifisa. Josefa es un ejemplo de mujer luchadora de la que también, como de la mayoría de quienes nos han dejado, hablaremos en la revista.
Desconocemos el nombre de las otras dos personas –un hombre y una mujer- que han muerto es estos seis días fatales.
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FOTO: Uno de los fallecidos, JuanVadillo, sentado al lado de Cipri del Pozo, con sombrero (como siempre), en la terraza de El Portugués.
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