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Impago de salarios, silencio y represalias a los trabajadores

Más de un centenar de trabajadores municipales vuelven a llevar dos meses sin cobrar sus nóminas y, como ya publicamos en un artículo anterior, han pasado las navidades sin percibir sus salarios, lo que se ha dejado notar en las pasadas fiestas, como ya explicaremos en el próximo número de la edición impresa de AZAGALA.

Sin embargo, excepto una mujer, nadie de los afectados se ha atrevido a criticar públicamente esta situación, injusta e impresentable, contra los derechos de los trabajadores.

Por otra parte, varias personas, todas ellas también mujeres, nos han comentado que están marginadas por el ayuntamiento, algunas porque se quejaron hace unos meses del impago de sus nóminas. De hecho, nos cuentan que han llamado a trabajar a todas sus compañeras menos a ellas.

Esta situación no es nada extraña, dado que el anterior alcalde y la actual alcaldesa ya advirtieron públicamente que los contratados tenían que “colaborar” y no denunciar los problemas de cobro si querían seguir trabajando en el ayuntamiento. Hemos de tener en cuenta que solo hay ya 17 funcionarios, y estos sí están ahora al día en los cobros, pero la inmensa mayoría son contratados, a pesar de que muchos de ellos llevan más de 20 años trabajando en el consistorio, y se les renuevan los contratos por meses y en algunos casos por años, situación que les hace estar en precariedad laboral, pero al poder les interesa que sean “buenos” y no alcen la voz.

Según ha podido saber también esta revista, en la mayoría de los casos es el ex alcalde quien decide a quienes se renuevan los contratos y por cuanto tiempo. Y la alcaldesa está demostrando el mismo sectarismo que su antecesor. Es por ello que, tal y como comentamos en su día, habría sido preferible que el sustituto de Vadillo hubiera sido Cipriano Robles, porque ya conocíamos los antecedentes en cuanto al trato a los discrepantes y a quienes alzan su voz por parte de Murillo.

 

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