Ipal denunció con indignación la situación en que se encuentran los trabajadores del ayuntamiento, una situación que la edil Raquel del Pozo calificó de “totalmente injusta”. “No hay derecho a ello porque toda persona trabaja para vivir”. Sabemos, añadió, que hay personas y familias que están viviendo de sus hijos, cuando suele ser al revés”, y explicó cómo esto “repercute en los establecimientos del pueblo, con cuentas ya pendientes”.
Con firmeza, Raquel del Pozo exigió “transparencia, que se aclare todo… Ya está bien de tantas mentiras y de que se amenace a la gente por reclamar lo que es suyo”.
La edil independiente dijo que “trabajar sin cobrar es lo más duro que hay” y calificó de “dictadura pura y dura” a lo que se está llegando en Alburquerque por amenazar a los trabajadores.
Dijo finalmente que quien tiene que dar la cara es la alcaldesa y argumentó que “si no hay dinero, no lo hay para nada, y se han podido evitar otros gastos”. Es una falta de respeto a quienes llevan tanto tiempo sin cobrar”, añadió.
Por su parte, el portavoz, Manuel Gutiérrez, dijo que su grupo intentó tender puentes votando a favor de la investidura de Murillo para facilitar un cambio en la manera de hacer política en Alburquerque, y arrimar el hombro si fuera necesario. “Hemos dado un tiempo a la nueva alcaldesa pero nada ha cambiado”, señaló.
Explicó la situación actual como la “crónica de una muerte anunciada”. “Estamos al final de una gran farsa”, añadió, aunque “quieren hacer pensar a la gente que es una situación pasajera pero no es así, porque la falta de pagos no es nueva, sino que incluso abordaron las elecciones con la gente sin cobrar, y las ganaron…”.
Recordó que Ipal avisó de la situación que se avecinaba y calificó de mentira las explicaciones dadas a los trabajadores por los impagos. “Hemos consultado distintos pueblos y en todos ellos la situación es normal y las subvenciones llegan sin problemas”.
Gutiérrez explicó que “el dinero del Estado llega el día 30 de cada mes a los ayuntamientos, y los fondos de la Diputación llegan rápidamente, y los de la Junta de Extremadura también están llegando”. Mostró un documento de Hacienda donde figura que la deuda municipal en 2017 era de 10.385.000 euros, pero dijo que “se habrá incrementado, sobre todo antes de las elecciones”.
El edil de Ipal echó manos del presupuesto municipal y señaló que el consistorio tiene dinero propio que no es de subvenciones, porque de tasas, impuestos e ingresos patrimoniales propios ingresa directamente más de 3 millones de euros, luego ese dinero, añadió, “tiene que ir a algún sitio”. “El problema es que el ayuntamiento está arruinado, hipotecado y vive de anticipos”, sostuvo.
Explicó que se piden continuamente anticipos a la diputación de los ingresos que tenían que venir al año siguiente, y hemos “advertido que eso era pan para hoy y hambre para mañana”. Nos hemos liquidado todo el dinero que tenía que venir este año y por eso no hay fondos, añadió, para señalar que “esa es la verdad, mientras se trata de engañar a la gente como si fueran niños”…
Gutiérrez dijo que “el jueves pasado la diputación volvió a sacar una partida para adelanto de dinero y seguro que nuestro ayuntamiento se acogerá y, para salir del paso, se gastará el dinero del año que viene”. “Esto es un caos total”, aseguró.
Además de los impagos a los trabajadores, el edil de Ipal explicó que “vemos obras sin terminar a pesar de que se gastaron las subvenciones que llegaron para ellas; cortes de luz; instalaciones municipales sin mantenimiento y calles y parques destrozadas… Así que, preguntó, ¿dónde se gasta el dinero? Y recordó que sí ha habido dinero para fiestas, ferias, corridas de toros, orquestas, autobuses…
“El ayuntamiento está en quiebra porque las cantidades de dinero que se ingresan no dan para los gastos y eso ocurre tras mucho tiempo en esa situación”, explicó, y “los perjudicados son las clases medias, las bajas… y en pueblo en general”.
Además, “tenemos el esperpento de que la alcaldesa no quiere gobernar ni está en Alburquerque, porque tiene su trabajo y dedicación exclusiva en la diputación provincial y aquí se dedica solo a acudir a actos donde ensalzar a Ángel Vadillo”, y “tenemos otro alcalde, que no lo es, pero maneja los hilos del ayuntamiento, donde se pasa el día entero, recibiendo a gente y dando órdenes, y esperando que por la tarde llegue la alcaldesa y firme los escritos que él tiene preparados”.
Ahora, explicó, el jueves volverán a llevar a pleno nombrarle portavoz-asesor, porque el PP impugnó la aprobación de este cargo en la última sesión. Ellos votarán a favor y nosotros en contra, añadió.
“Una porque no quiere; otro porque no puede”, resumió.
Pidió que alguien ponga cordura con una alcaldesa elegida por el pueblo que no quiere aparecer por el ayuntamiento y dijo ser una indignidad que “te elijan alcaldesa y salgas corriendo al día siguiente porque lo que te interesa es tener un sueldo en otro sitio, y dejas al cargo del negocio a la persona responsable de haber hundido al ayuntamiento en la más triste miseria”. “¿Esta es la solución que nos da Marisa Murillo?”, preguntó.
Si esa es su postura, añadió Gutiérrez, que dé un paso atrás y deje ocupar la alcaldía a algún compañero que sí quiera ejercer como alcalde: “Cambiar el rumbo, porque el barco se va a pique”.
Recordó que no solo se debe dinero a los trabajadores, sino a proveedores, y que vienen peores tiempos porque, argumentó, “si ya no podemos con la carga que tenemos, ahora habrá que pagar el alquiler de la residencia, la basura de los vecinos a lo que se comprometieron con el dinero de los Baldíos y en enero se empieza a pagar los 3.600.000 euros del último préstamo”.
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Portada: Imagen del primer pleno celebrado con Murillo de alcaldesa.
Foto 2: Raquel del Pozo y Manuel Gutiérrez, en su comparecencia de ayer.
Foto 3: Toma de posesión de Marisa Murillo.
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