Aunque nadie se acuerde de él a la hora de dar las gracias a quienes harán posible este año la celebración de Contempopránea, lo cierto es que hay que agradecérselo a Antonio Gamero, dueño del huerto de las Alcabalas, por cuya propiedad privada tendrán que salir los camiones y las furgonetas de los grupos que actúan.
Las obras del final de las Laderas están estancadas, como era de prever, y el hermoso camino público que discurría paralelo al citado huerto actualmente no existe. Como saben, la pared de piedra del mismo fue enterrada y el ayuntamiento se ha comprometido por escrito en dejar aquello tal y como estaba, es decir, que justo encima de la vieja pared, el consistorio tiene que levantar otra de piedra, así como reponer la que se encontraba a la entrada de la propiedad, detrás del poyo de los viejos arrasado en los trabajos del paseo.
Actualmente, hay un camino provisional por dentro del huerto para que pasen los vehículos, pero, aun así, algunos camiones pueden tener problemas para maniobrar y un tráiler no habría podido pasar por allí. Luego, habría sido imposible que pudieran tocar grupos como Vetusta Morla u otras bandas de primera línea del pop que necesitan grandes vehículos para desplazar sus equipos y el material de los conciertos en directo.
Pero lo peor vendrá cuando el ayuntamiento levanté la pared de piedra comprometida, si es que lo hace algún día, porque el camino quedará muy estrecho al haber construido un muro ancho por la parte que da hacia el vacío. Por ese nuevo camino, cuando se termine, apenas cabrán los coches.
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Portada: Situación actual de las obras en el camino público de las Laderas, junto al huerto de las Alcabalas.
Foto 2: Esto es lo que queda del camino que va a dar a la carretera.
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