Por FRANCISCO JOSÉ NEGRETE
Ha pasado un mes desde la toma de posesión de la nueva alcaldesa, Marisa Murillo, y de la constitución de la corporación municipal de clara mayoría socialista. En estos 30 días, esta revista no ha publicado nada sobre la situación del ayuntamiento y, por tanto, todo parece que va como la seda, que todos los problemas de impagos de antes de las elecciones se han solucionado…
Alburquerque es un referente, en esto sí, en cuanto a la existencia de medios de comunicación, pero en ninguno de ellos se editorializan las noticias ni se vierten opiniones, algo que respetamos totalmente, pero por eso nuestra revista es, o era, distinta. Solo en ella los alburquerqueños se han enterado de muchas cosas que no se han publicado en ningún otro medio. En la edición impresa de AZAGALA seguimos en la misma línea, pero como ya me comprometí yo mismo como director, mis tiempos de “periodista maldito”, al menos en la red, han terminado y, aun así, como muchos sabéis, hace unos días volví a recibir insultos de un hooligan vadillista.
En el último número de nuestra revista, que aún pueden conseguir en la librería Colón, hablamos de lo que se avecina tras la victoria de Murillo y vaticinamos que esta acabará rompiendo con su antecesor, por su bien, por el bien de su gobierno, por el bien de la corporación y por el bien del pueblo. Es pronto para ello y, por ahora, más bien parece, y todo el mundo así lo piensa, el que sigue gobernando el ex alcalde, quien sigue viviendo de nuestros impuestos con un sueldo mayor que el de los concejales liberados.
Pero vamos con la situación municipal. Como decimos arriba, a tenor del silencio actual que presagia la tormenta venidera, todo marcha bien: actuaciones musicales atractivas, como la de los Furriones, y acontecimientos deportivos igualmente exitosos, como el Balonmano Playa, que han generado ingresos importantes, y otros aciertos organizativos.
Es lo que hemos visto y oído en los medios, pero qué pasa con los sueldos de los funcionarios y los contratados, qué pasa con la nueva residencia… ¿Han oído los lectores algo de eso?
Ganas nos dan de callar, porque ocurre justo lo que el pueblo merece, y justo lo que vaticinamos en esta revista, y lo mismo que anunciaron tanto Ipal como los populares. A los trabajadores se les ha abonado una nómina, pero a la mayoría se le adeudan uno, dos y hasta tres meses. Por su parte, los funcionarios no han cobrado ni el mes anterior ni la paga extra. ¿Y la nueva residencia? Recordemos que, en la campaña electoral, el ex alcalde publicó un bando pidiendo a todas las personas interesadas en trabajar en la misma que se apuntaran en una bolsa ante la inminente apertura de esa gran residencia, que él mismo inauguró hace tres meses y medio, y muchos mayores esperan desde junio para ingresar en ella. Aparte de esto, enseguida colocó un gran letrero “Servicios Sociales Municipales”, como si la obra la hubiera hecho el ayuntamiento. Además, recordemos que el consistorio tiene que pagar, en concepto de alquiler desde marzo, 21.780 euros mensuales a la empresa familiar que la construyó con toda su ilusión. ¿Le han pagado todos los meses? ¿Sabe alguien cuándo va a abrirse? Adivine el lector las respuestas.
El caos económico sigue reinando, sin que nadie, por ahora, ponga freno a los desmanes.
En la edición impresa de AZAGALA deseábamos suerte a Marisa Murillo, porque de su gestión va a depender que Alburquerque enderece el rumbo que le lleva al desastre, pero su primer paso nombrando al principal culpable de todo como “asesor portavoz”, por no decir alcalde, como le sigue llamando mucha gente, incluyendo concejales socialistas, es el primer grave error que ha cometido.
Por mi parte no hay más: solo pretendía dejar en evidencia lo necesaria que es AZAGALA para mantenerse informado de las cosas que ocurren y se ocultan, y no se atreven a desvelar ni los propios perjudicados. Si quieren saber más, y conocer opiniones diversas, incluyendo la mía, nos vemos en la edición impresa de esta revista.
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