Será a partir de este lunes cuando la nueva Ley Hipotecaria entrará en vigor entre nosotros, suscribiéndose los nuevos préstamos para la adquisición de la vivienda a su amparo y condiciones.
Como se dijo en su día el objetivo principal de la norma es proteger al cliente, otorgándole más transparencia por parte de notarios y entidades bancarias a la hora de formalizar la hipoteca. Las segundas, si bien deberán ser más rigurosas a la hora de conceder hipotecas, examinando la solvencia del solicitante, conllevando sanción su omisión, también harán frente a nuevos costes, pues la norma les carga todos los gastos de notaría (excepto las copias de la escritura que solicite el cliente) y registro, y también el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), lo que no sería extraño que repercutiera en el cliente subiéndole el tipo de interés de la hipoteca concedida.
Como también anunciamos en su día, los desahucios se hacen más difíciles en caso de impago por parte del cliente, pues ha de transcurrir un año de impago o el 3% del capital concedido, si ello ocurriese en la primera mitad del recorrido del préstamo. Si fuese durante la segunda mitad, nos iríamos a 15 mensualidades o el 7% del capital concedido. Todo ello puede llevar a que colectivos con rentas más bajas tengan más difícil el acceso a los préstamos por su menor capacidad de hacer frente a los mismos.
La nueva ley también incluye la obligatoriedad de informar sobre “cuando proceda, la opción del deudor de poder dar en pago el inmueble hipotecado en garantía del préstamo, con carácter liberatorio de la totalidad de la deuda derivada del mismo”, siendo necesario para ello un pacto entre el banco y el cliente.
Y adiós, por fin, a las cláusulas suelo; siendo el interés mínimo que cobraría el banco el 0% y nunca negativo, abriéndose la posibilidad de amortizarse anticipadamente a un menor coste, pues el banco sólo podría cobrar comisión por amortización anticipada en caso de que ésta, la amortización, supusiese una pérdida financiera para la entidad.
Adolfo Trocolí Torres. Abogado. T&C Abogados
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