LA CARTA DEL DOMINGO
Francisco José Negrete
Si no fuera porque ya estamos curados de espanto una buena cantidad de alburquerqueños, seguro ya la mayoría, nos llevaríamos las manos a la cabeza al ver cómo nuestro gobernante desde hace 24 años está dispuesto a cargarse Contempopránea, el acontecimiento que más ingresos ha dejado y generado en Alburquerque en su historia; el festival que ha puesto a nuestro pueblo en el mapa de España del pop, que ha sido elegido entre los tres mejores del país, compitiendo con macroeventos con 20 veces más presupuesto; el acontecimiento que ha facilitado que nuestra villa se haya visto en informativos nacionales de las principales cadenas de televisión, en todos los periódicos de España… Y encima, sin costarle casi ni un euro al ayuntamiento, que ha colaborado limpiando las Laderas de hierba con trabajadores del Per o de otros programas, o con operarios propios, pero el grueso del patrocinio siempre ha estado en la Junta de Extremadura, en las marcas privadas que gestionó Agustín Fuentes, en la Diputación, o en el propio dinero que, desde que creó su empresa, arriesga Fuentes, director del festival, que, insistimos, tendrá sus defectos, como todos nosotros, pero que le hado muchísimo a Alburquerque, a veces a costa de su salud, por el trato vergonzante, e incluso humillante, que viene recibiendo desde hace años por parte de nuestro alcalde.
Ángel Vadillo ha alimentado una leyenda negra sobre Agustín Fuentes basada en el hecho de que gana dinero con Contempopránea, cuando él está rodeado de una corte de aduladores que no aportan nada a Alburquerque, sino que viven de nuestros impuestos, mientras el director del festival genera riqueza en nuestro pueblo. Pues claro que trata de que su empresa sea rentable, y mientras lo sea, tendremos festival en el pueblo, porque si lo hubiese gestionado el ayuntamiento, como pretende Vadillo desde hace años, ya hubiéramos perdido Contempopránea hace mucho tiempo, porque los grupos no cobrarían, porque habría deudas con la empresa del sonido, etc… ¡Que vamos a decir que no sepa ya todo el mundo!
Pero, mira por donde, no hay mal que por bien no venga, y la situación que vive actualmente el festival por culpa del ayuntamiento ha provocado que las personas que disfrutan con este acontecimiento estén que trinan con nuestro gobierno local, sobre todo los jóvenes, y quienes se benefician económicamente del mismo, que son muchas personas: bares, restaurantes, tiendas de alimentación, gentes que alquilan sus casas durante varios días, empresas de distribución de bebidas, panificadoras, industrias cárnicas, trabajadores que contrata Contempopránea con buenos sueldos… La inmensa mayoría de todos ellos están que arden con el alcalde y se han puesto de parte de la organización del festival.
Tanto es así que, por primera vez en este casi cuarto de siglo de gobierno de Ángel Vadillo, ha surgido un movimiento en las redes sociales que es señal de que la gente ya no traga con sus decisiones. Ni siquiera, para vergüenza de un pueblo, consiguió movilizar a los alburquerqueños el brutal atentado que nuestro alcalde quiso cometer en el castillo, ni tampoco la barbaridad que ha cometido en las Laderas, pero hemos visto cómo cientos de personas se han sumado al lema “Contempopránea es Alburquerque”, unas palabras que deberían llenar de orgullo a nuestros gobernantes, pero que ahora las rechazan, porque la ven como un torpedo en la línea de flotación del barco que nos gobierna a menos de dos meses para las elecciones. Es curioso contemplar cómo ninguno de los concejales de ORPO, ni los cargos de confianza del alcalde, ni los vadillistas más acérrimos, han compartido ese lema que tanto repitieron cuando el festival tuvo dos sedes: Contempopránea es Alburquerque.
Y ayer, en menos de 24 horas, más de 300 personas firmaron un manifiesto en Change.org para exigir una solución al festival que se nos muere en las manos por culpa de un alcalde al que, increíble pero cierto, la primera vez que la Junta de Extremadura accede a darle el dinero para hacer algo tan fácil como cambiarlo de una cuenta del ayuntamiento al de la empresa que gestiona Contempopránea, algo muy reclamado desde hace años por Ángel Vadillo como gesto político para dar la sensación de que tiene mucho que decir en el festival, nuestro alcalde va y se gasta el dinero en otros asuntos. Y ahora no tiene fondos para liquidar el gasto del 2018, porque no lo olvidemos, Contempopránea pagó todo el festival del año pasado para recibir después la parte de la Junta y la Diputación, dinero que entró el año pasado en las arcas municipales, y desapareció como por encanto sin llegar a su destinatario final.
La prensa nacional especializada está ya publicando artículos acerca del asunto y ningún periodista entiende cómo un alcalde puede cargarse un acontecimiento tan importante y cómo la Junta de Extremadura, aparentemente, lo consiente cuando es la segunda marca más destacada de la región.
Y encima, como vemos en el vídeo de abajo, se cargan la salida de los vehículos de alto tonelaje necesarios para las infraestructuras de Contempopránea, el camino de las Laderas que da para la carretera. Todo un sinsentido, propio del esperpento vadillista.
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Portada: Público en Contempopránea
Foto 2: Alaska en Alburquerque, en la rueda de prensa de su actuación en el festival.
Foto 3: Jóvenes esperando en la puerta de la oficina de turismo.
Foto 4: Jóvenes en una casa alquilada.
Foto 5: Agustín Fuentes con Eric, batería de Los Planetas.
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