Solo cuatro personas trabajan actualmente en el paseo de las Laderas, en concreto en el antiguo camino paralelo a la centenaria pared de piedra del huerto de las Alcabalas que está siendo derribada.
Tal y como ya publicamos, el muro de contención que están levantando y que, según nos han informado, llevará un quitamiedos para evitar el peligro, disminuirá en más de un metro la anchura de dicho camino, a no ser que el ayuntamiento piense invadir la propiedad privada de Antonio Gamero, dueño del citado huerto. Como también informamos ya, el alcalde, a petición suya, ha firmado un documento mediante el cual se compromete a quedar esta finca como estaba, es decir, el consistorio tendrá que levantar otra pared de piedra, justo encima de donde estaba la anterior, tanto paralelamente al camino que termina en la carretera, como la que daba para el “poyo de los viejos”, también arrasada en estas obras.
El estrechamiento de esta vía será otro problema grave para la celebración de Contempopránea, si es que el festival sigue adelante, porque, tras la instalación del escenario que ocupa todo lo ancho del paseo, los camiones salían por detrás hasta la carretera, y antes ya de por sí el camino era estrecho.
A todo esto, seguimos sin conocer el proyecto de las Laderas, y sin saber qué va a hacerse en el horroroso y desolador descampado resultante de eliminar todos los árboles ornamentales de la margen derecha y parte de los de la izquierda.
Es seguro que en el mes de mayo veremos a un montón de trabajadores en las Laderas para dar sensación de que va a hacerse algo grande. El problema es si cobrarán en junio… El caso es que no cabe ya la menor duda de que la obra quedará a medias y el paseo patas arriba. Por lo pronto ya lleva cerrado más de una semana, sin dar explicaciones del motivo, aunque es evidente que se pretende evitar que la gente vea el estropicio.
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Foto: Trabajadores levantando el muro.
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