El nuevo esperpento continúa: nuestro alcalde ha asegurado esta mañana en el pleno que Patrimonio no le deja poner el adoquín portugués en las Laderas. Después de un mes desde que se colocó, con la explicación de Vadillo de lo bien que quedaría, y justo un día después de que el paso de un vehículo pesado demostrara que ese pavimento no aguanta, dice que Patrimonio le impide seguir con ese solado. La culpa no es del ayuntamiento, es de Patrimonio, ¿cómo no?
Además, Ángel Vadillo ha desvelado que solo le dejan poner bolo de granito, como el de la subida a Santa María o al castillo. Por tanto, ni adoquín portugués, ni pizarra.
Y ahora dice que va a tratar de convencer a Patrimonio, cuando lo único que desea es ganar tiempo para que lleguen las elecciones, porque el problema es que no tiene dinero ni para empezar, y ni va a poner adoquín, ni rulo de granito, ni nada… Quizás otro cuadradito como el que colocó hace un mes, para olvidarse de la obra una vez que hayamos votado.
El caso es que ha destrozado la imagen de las Laderas, ha arrasado con los árboles más grandes, los eucaliptos ornamentales, y dejado los que realmente afean el paseo y secan la tierra, que son los pequeños que están en la ladera que da para la carretera… Y al final, el paseo quedará de tierra. Se ha cargado el hermoso poyo de los viejos, la pared centenaria del huerto de las Alcabalas, el bonito camino que descendía paralelo a dicho huerto, para nada…
Y dirá próximamente que Patrimonio tampoco le deja hacer el inmenso graderío para 700 personas que prometió en la zona ancha del Paseo.
Y para más esperpento, el ayuntamiento se ha puesto esta mañana a quemar los restos de los enormes eucaliptos, sus impresionantes ramaje, y han tenido que intervenir los retenes contra incendios, cuando el humo asomaba por encima del castillo, porque en esta época está totalmente prohibido hacer fuego.
Aquí no hay ley ni permisos que valgan y sin embargo nuestro alcalde dijo también esta mañana en el pleno que los emigrantes tienen que pagar la basura porque la ley solo permite que los empadronados se beneficien de los Baldíos. Increíble, pero cierto: Ángel Vadillo amparándose en la ley…
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Portada: Troncos de los últimos árboles talados.
Foto 2: Así quedaron los adoquines y las pizarras.
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