En estos días, el ayuntamiento está cobrando a los alburquerqueños el impuesto de circulación por sus vehículos, una tasa que es municipal y que se abona por el uso de las vías públicas de cada municipio.
Desde siempre han existido quejas por parte de los conductores por este impuesto y las administraciones suelen argumentar que es necesario para mantener las calles en buen estado para el tráfico rodado.
Por ello, si nos fijamos en la situación de las calzadas de Alburquerque, hemos de concluir que en nuestro caso es injusto y poco menos que un atraco que nos cobren esta tasa cuando circular por las vías públicas de nuestro pueblo es un calvario. La gran mayoría de las calles están llenas no ya de baches, sino de socavones, y no exageramos: vías tan transitadas como la avenida Aurelio Cabrera, Travesía Alta del Pilar, calle San Francisco, San Andrés, Colón, polígono industrial, calle Dehesa, etc., por no hablar de las de la urbanización de la Fuente del Álamo, están imposibles y hay que circular haciendo zig-zag, con el peligro que ello conlleva.
Esto no es ninguna broma, porque la suspensión y los neumáticos sufren especialmente al transitar por estas vías.
En el programa electoral de ORPO de las pasadas elecciones consta, y reproducimos textualmente, que “mantendremos importantes esfuerzos cada año en la pavimentación y mejora de todas las calles”. Cita en este programa “la pavimentación y mejora de la calle Mediodía -única que ha hecho en estos últimos cuatro años-, San Francisco, San Andrés y urbanización de El Álamo”. Otra falsedad plasmada en papel para captar el voto y si te he visto no me acuerdo, como la inmensa mayoría de sus compromisos electorales.
El año pasado vinieron 100.000 euros para pavimentar calles. ¿Dónde están?
Y ahora nos llega el impuesto de circulación y nos preguntamos qué pasaría si los conductores nos negamos a pagarlo hasta que no arreglen las vías públicas. Buscamos en internet y leemos que es un “asunto entre tú y tu ayuntamiento” y seguimos: Si no se paga, “el ayuntamiento se limitará a emitirlo de nuevo aplicando un recargo por apremio y estableciendo un nuevo calendario de pago, y, si vuelves a dejar pasar la ocasión para pagar, se seguirán sumando recargos hasta que una factura se convierta en una de 500 o más. En este caso, el ayuntamiento podría proceder al embargo del vehículo y otros bienes para cobrar la deuda”.
Y las deudas del ayuntamiento, ¿quién las pagará? Pues también los vecinos, evidentemente.
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Portada: Calle San Andrés
Foto 2, 3 y 4: Travesía Alta del Pilar (puerta del Spar), calle Dehesa, y calle Colón.
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