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Durmiendo en el sofá

Por AURELIANO SÁINZ

En el curso pasado llevé a cabo una investigación que tenía como finalidad conocer los actuales roles familiares, puesto que en las familias se han producido grandes cambios en las últimas décadas. Esa investigación se realizó en cuarenta centros de Educación Primaria, de modo que participaron niños y niñas de primero hasta sexto curso, por lo que el número de dibujos fue muy elevado.

En el trabajo participaron estudiantes de la asignatura Educación Plástica y Visual de los estudios de Magisterio. La propuesta que mis alumnos llevaban a las escolares que participaban en esta experiencia se planteaba del siguiente modo: “Dibuja a una familia haciendo cosas en la casa”. No se les decía “dibuja a tu familia”, aunque, lógicamente, ellos trasladaban la propuesta a su propia familia, dado que no tienen un concepto abstracto y general de unidad familiar.

La finalidad de este trabajo, aparte de conocer los niveles gráficos que poseían los escolares, consistía en averiguar cómo son las familias en la actualidad y la diversidad que puede existir en las mismas si tenemos en cuenta los roles o actividades que desarrollan los miembros que las componen dentro de la casa.

Tengo que apuntar que en total fueron 42 alumnos y alumnas los que participaron en este trabajo, lo que explica la amplitud de la investigación, de modo que el número de dibujos recogidos y analizados superaron los 700, una cifra lo suficientemente importante para entender que los resultados globales que se extraigan serán bastante significativos.

Como preparación a un estudio exhaustivo que realizaré más adelante, iré presentando en Azagala digital un anticipo las distintas modalidades familiares que se dan en la actualidad, teniendo en cuenta que el modelo familiar que podemos considerar tradicional, es decir, el del padre que trabaja fuera de casa al tiempo que la madre lo hace dentro del hogar, ya no es tan abrumadoramente dominante como acontecía décadas atrás. Ahora convive con otros en los que se desarrollan diversos roles y que los iremos viendo en próximos artículos.

He querido comenzar por el modelo más conservador de todos: aquel en el que el padre no participa de ninguna manera en las tareas de la casa, por lo que los niños y niñas que han realizado dibujos sobre esta modalidad representan a sus padres sentados o tumbados en el sofá, muchos de ellos durmiendo o viendo el fútbol por televisión.

Por otro lado, y como ilustración inicial de esta serie, he elegido el dibujo de un niño de 10 años, puesto que tiene una carga de ingenuo humor que nada más verlo da lugar a que asome una sonrisa en quien lo contempla.

En la escena aparece en primer lugar la madre que, con una sartén en cada lado, puesto que en una de ellas fríe un huevo y en la otra una tortilla, llama al marido con la siguiente expresión: “Javier levanta del sofá y ven aquí”, a los que este responde, sentado en el sofá y viendo la televisión, “Estoy haciendo cosas de trabajo. Llama al niño”. Ni que decir tiene que este es un diálogo que el chico ha escuchado muchas veces en su casa y que ha reproducido en el dibujo.

¿Y cómo se resuelve tan cotidiana y familiar llamada para que el padre eche una mano a la madre? Pues el propio autor nos lo aclara cuando en la voz del personaje que lo representa, y dentro de un globo de cómic, como en las figuras anteriores, se apresura a responder: “Ya voy ¡yooo!”.

Con el fin de que veamos distintas escenas de esta modalidad, y que en clase suelo llamarla irónicamente “el rey del sofá” para referirme a los padres que son representados de este modo y que no mueven un dedo para participar en el trabajo de la casa, presento a continuación seis dibujos que brevemente paso a comentar.

Este primer dibujo, realizado por una niña de 7 años, es claramente representativo del tema del que hablo, dado que en la escena construida ella se representa la primera y al lado de una mesa de estudio; después pasa a su madre, que aparece junto a la mesa del comedor con los platos puestos; posteriormente lo hace con su padre que duerme plácidamente en el sofá, ya que para ello se ha quitado las zapatillas; finaliza con su hermano pequeño, que lo asocia con los juegos. Comprobamos, pues, que dormir en el sofá responde a la idea que tiene la niña de la actividad o el trabajo que desarrolla su padre dentro de casa, es decir, nada.

A pesar de ser de más edad que la niña anterior, dado que el autor del dibujo que acabamos de ver tiene 10 años, la escena que realizó a la propuesta que se les hizo en clase se inscribe dentro de esta modalidad. También, en este caso, el autor pertenece a una familia de cuatro miembros, es decir, que está configurada por el padre, la madre, el hijo y la hija. En ella, nos muestra a su padre durmiendo de modo apacible en el sofá, puesto que el chico ha escrito en la lámina lo que hace cada uno de ellos. Su madre, como suele ser habitual, se encuentra limpiando, al tiempo que él discute con su hermana.

De nuevo encontramos al padre durmiendo en el sofá en este dibujo de una niña de 10 años. Ella lo comienza trazando la sección de una casa en la que aparecen cuatro partes: una para cada miembro de la familia. Inicia el dibujo de las figuras por la parte inferior, en la que vemos a su padre durmiendo en el sofá, al tiempo que la autora ha escrito: “Papá. Durmiendo cuando viene de trabajar. Cuando descansa limpia la casa”. A continuación, representa a su madre de espaldas cocinando. Ya en la parte superior, se dibuja a sí misma estudiando, mientras que a su hermano, mayor que ella, lo muestra jugando a la “play”.

Llama la atención este dibujo de un niño de cuarto curso de Primaria por la forma en la que ha construido los espacios, los personajes y los muebles de la casa. Esto sucede porque todavía se encuentra sin capacidad de hacerlos en perspectiva. Desde el punto de vista de los roles familiares, inicia el dibujo con su padre tumbado en el sofá, signo de no estar haciendo nada, al tiempo que su madre sube las escaleras como señal de actividad constante. Por otro lado, él y su hermana se encuentran juntos y sentados frente a frente, alrededor de una mesa, como si compartieran un juego.

Es habitual en los dibujos de los escolares que el sofá del salón que han representado esté próximo al televisor, pues ver la televisión es la “actividad” que suelen llevar algunos padres dentro de la casa: es lo que observamos en este dibujo de un niño de 7 años. Para distribuir los roles de cada miembro, el pequeño divide la lámina en cuatro partes, de modo que en la inferior izquierda representa a su padre viendo un partido de fútbol; mientras que en la inferior derecha muestra a su madre fregando los platos y con el sudor del rostro. En la parte superior se encuentra él mismo jugando con el móvil, al tiempo que, en el otro lado, su hermano duerme. Es decir, la madre trabaja, el padre ve la televisión y ellos juegan o duermen.

Decir que el fútbol es una pasión eminentemente masculina es hablar de algo obvio, por lo que seguirlo por la televisión en la casa, mientras la madre realiza tareas dentro de ella, resulta ser bastante frecuente dentro del modelo tradicional de familia. Es lo que acontece en este sencillo dibujo de un chico de 11 años, que se representa junto a su padre y de espaldas a quien contempla la lámina; a su madre la dibuja de pie, como signo de estar atenta a la realización de cualquier actividad. Completa la escena con el trazado de su hermana pequeña al lado de una caja cilíndrica.

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Para cerrar este breve recorrido por el modelo más tradicional de la familia, tengo que apuntar que, en esta selección, dos de los siete dibujos mostrados corresponden a niñas, mientras que los cinco restantes son de niños. Es aproximadamente la proporción que se da en el conjunto de la investigación dentro de esta modalidad familiar. Esto nos lleva a pensar que, mayoritariamente, son los chicos los que ven con toda normalidad el que los padres estén durmiendo o sentados en el sofá viendo la televisión, mientras que las madres se encuentran siempre trabajando. A las chicas, en cambio, no les parece tan razonable esta situación; incluso, una de ellas lo justifica diciendo que cuando su padre ha descansado limpia la casa.

 

 

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