El ayuntamiento de nuestro pueblo debe a los bancos un total de 7.395.000 euros, más de 1.200 millones de las antiguas pesetas. Solo hay seis pequeños pueblitos que adeudan más que nosotros, y somos con mucha diferencia el más endeudado de los mayores de dos mil habitantes en toda Extremadura. Si comparamos la cifra con los pueblos más cercanos, resulta que San Vicente de Alcántara no debe ni un solo euro a las entidades bancarias; La Codosera, 37.000 euros; Villar del Rey, 135.000 y Valencia de Alcántara, 883.000 mil.
Solo en el último año, la deuda bancaria de nuestro consistorio creció en más de tres millones y medio de euros.
Con estas cifras, solo en intereses, tendremos que pagar más de 300.000 euros anuales, un dinero que podría invertirse en mejorar infraestructuras y dar empleo.
Este nivel de endeudamiento es de una absoluta irresponsabilidad porque deja hipotecado el futuro de varias generaciones de alburquerqueños, por muchas plantas fotovoltaicas que se lleguen a instalar en los Baldíos y paguen un alquiler al ayuntamiento. Además, nuestro pueblo tiene muchas carencias, entre ellas calles enteras que hace años necesitan un pavimento nuevo, como San Francisco, mientras la inmensa mayoría del dinero ha ido a contratar a cientos de personas en época de elecciones, como ya está ocurriendo en la actualidad, con el único afán de nuestro alcalde de comprar voluntades para mantenerse en el poder a toda costa.
Sin ir más lejos, hace unos días, un joven vecino de nuestra villa nos mandaba una fotografía del estado en que se encuentran los vestuarios de las piscinas municipales y que han podido comprobar los cientos y cientos de personas de toda España que han asistido a Contempopránea. La imagen que publicamos es de dos urinarios y, según nos cuenta, llevan en esa misma situación más de 2 años. En el pasado 2017 una niña resultó herida en un pie por un corte con un azulejo levantado, el valle perimetral de la piscina exterior está podrida y hay partes que podrían caerse… De hecho, en el año 2015 el ayuntamiento pidió y le fue aprobada una subvención de 173.000 euros para reformar los vestuarios de las piscinas y construir los de las pistas de atletismo. El ayuntamiento se gastó todo el dinero y justificó que había realizado ambas obras, pero una inspección detectó que era falso.
Desde entonces, la oposición ha pedido información al alcalde del destino de esos fondos, pero nunca ha contestado, y el 8 de junio pasado, el PP anunció que llevaría a la fiscalía la documentación sobre esta obra y otra, también justificada falsamente porque tampoco se realizó, consistente en hacer una nave industrial para la pizarrera. Sin embargo, no hemos vuelto a saber nada del tema y desconocemos si los populares recurrieron o no a la fiscalía.
El caso es que el ayuntamiento debe, insistimos, 7.395.000 euros solo a los bancos, porque existen otras deudas con Iberdrola, proveedores, etc., cuya cuantía nunca ha querido desvelar Ángel Vadillo, mientras continúa con las promesas, la propaganda y aferrado al sillón, pese a estar condenado en firme a 2,5 años de prisión e inhabilitación, protegido por un sector del PSOE y con el PP cruzado de brazos.
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FOTO 1: Vadillo y Marisa Murillo, portavoz municipal de ORPO y miembro de la ejecutiva del PSOE, en la piscina
FOTO 2: Urinarios de los vestuarios de la piscina.
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